Expertos forenses dijeron el viernes no haber hallado evidencia de que el premio Nobel chileno Pablo Neruda haya sido envenenado tras el golpe militar de Augusto Pinochet en 1973, aunque la investigación judicial para aclarar las causas del fallecimiento del poeta sigue abierta.
Los resultados de los exámenes que un grupo de 11 peritos internacionales, con la presencia de dos garantes, descartaron la presencia de tóxicos en los restos exhumados del poeta, más allá de la medicación que tomaba el poeta por el cáncer que padecía.
"No se han encontrado agentes químicos relevantes que pudieran relacionarse con el desenlace de la muerte del señor Pablo Neruda", dijo Patricio Bustos, director del Servicio Médico Legal (SML) de Chile, tras la entrega al juez de las conclusiones, en las que se confirma la presencia de cáncer.
Los análisis en universidades de España y Estados Unidos no encontraron "evidencia forense alguna que permita establecer una etiología médico legal por causas no naturales en la muerte del señor Pablo Neruda", se determinó.
Se confirmó además, "por diversas técnicas complementarias entre sí, la existencia de lesiones metastásicas diseminadas en varios de los segmentos del esqueleto en justa correspondencia con la enfermedad por la que estaba siendo tratado el señor Pablo Neruda".
Pero Mario Carroza, el juez a cargo de la investigación que busca aclarar las causas de la muerte de Neruda, rechazó el cierre del caso y dijo no estar en condiciones de afirmar si Neruda fue o no asesinado.
"No, en este minuto no. Judicialmente el juez jamás da algo tan categórico, porque es necesario tener todos los antecedentes y en este minuto no sabemos si los tenemos o no", declaró a periodistas.
"Será más adelante cuando podamos emitir un juicio de este tipo", agregó, considerando factible otras pericias.
El perito español Francisco Etxeberría, quien participó en las exhumaciones de dos de los mejores amigos de Neruda, el poeta Federico García Lorca y el derrocado presidente Salvador Allende, aseguró que los exámenes cumplen con "lo que era técnicamente posible" hacer transcurridos 40 años de la muerte.
"Hemos establecido una verdad pericial que se debe complementar con la parte judicial, que se sustenta en declaraciones, documentación (…) la verdad final es la que va asentar el señor juez", señaló.
Familia pide más pericias
El abogado Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda, se mostró conforme con los resultados, pero adelantó que la familia pedirá nuevas pericias.
Reyes comparó el caso con el del dirigente palestino Yaser Arafat, en cuyos restos un laboratorio suizo encontró cantidades anormales de polonio-210, sin poder asegurar de forma irrefutable si éste causó su muerte.
"Esta labor investigativa judicial también se puede concatenar con un nuevo análisis en Suiza. Yaser Arafat acaban de saber que murió producto de envenenamiento de su ropa. ¿Por qué no en un tiempo dictatorial, en que nadie podía entrar en recinto hospitalario, podría haber sido él (Neruda)?", cuestionó.
Neruda murió el 23 de septiembre de 1973, 12 días después de instalarse la dictadura de Pinochet. Entonces el poeta estaba internado en la Clínica Santa María de Santiago, tratándose un cáncer de próstata avanzado.
Las dudas sobre su fallecimiento fueron planteadas por su exchofer, Manuel Araya, quien afirmó que, horas antes de morir, Neruda fue inoculado en el pecho con una misteriosa sustancia.
En la misma clínica, nueve años más tarde, murió el expresidente Eduardo Frei-Montalva tras una complicación por una intervención menor. La justicia chilena determinó la presencia de gas mostaza en sus restos y aún investiga si fue envenenado por la dictadura.
Militante del Partido Comunista y amigo de Allende, Neruda pensaba viajar a México para comandar desde allí la oposición al régimen, que lo mantenía amenazado.
La dictadura de Pinochet, que dejó más de 3.200 muertos y desaparecidos, desarrolló y usó armas químicas como el sarín o la toxina butolínica para eliminar a sus opositores, según la justicia.
La Fundación Pablo Neruda, al margen de la querella presentada por el Partido Comunista para esclarecer la causa de muerte del poeta, consideró suficientes las pericias.
"La visión que tuvimos siempre es que nos parecía muy extraño que esto no se hubiera hablado antes. Creo que ya las cosas han quedado bastante claras y espero que no haya otras intervenciones", señaló a radio Cooperativa el director ejecutivo de la fundación, Fernando Saénz.
