“Esto no es perdonable”, dijo con firmeza en su voz María del Carmen Losada, madre de Jenny Losada, asesinada junto con sus dos hijos y una sobrina por su esposo Hernando Hernández en su casa, en la ciudad de Bogotá.
El fatal episodio ocurrió en la residencia ubicada en la Calle 80 y de nomenclatura Carrera 77G sur-27, en el barrio San José de Bosa en la capital de la República, el pasado sábado a las 11:30 de la noche.
La mujer recordó que su yerno maltrataba a su hija por celos, los mismos que lo llevaron a quitarle la vida con un machete a su esposa Jenny, a sus hijos Mateo de 7 años y Brayan de 9 años, y una sobrina, María Camila, de 19 años de edad. Mientras Sebastián, de 12 años, hijo de la pareja, quedó gravemente herido.
“Desde hace un año él la maltrataba por celos, celos tontos. Se dejó coger fastidio de mi hija. Con qué gusto le iba a servir ella, con qué amor. Vivían en la misma casa pero separados. Nunca me imaginé que fuera a hacer eso, que tuviera malos pensamientos”, expresó María del Carmen en diálogo con LA NACIÓN desde su vivienda en el barrio Los Libertadores en el municipio de Rivera (Huila).
Jenny, quien trabajaba en una funeraria en la capital de la República, había llamado el pasado viernes por teléfono a su progenitora contándole que su esposo la había vuelto a lastimar. “Me dijo que estuvieron discutiendo, que le había pegado, le había desbaratado el bolso y la ropa”, manifestó María del Carmen.
Juan de Jesús Losada, papá de Jenny, hace un mes le había pedido a Hernández que se alejara de su hija. “Lo llamé por teléfono y le dije que ya no podía convivir con mi hija, que se fuera de la casa, y me dijo que no, que porque la casa era de él”, manifestó al señalar que “me engañé con él, nunca me imaginé que fuera a hacer eso”.
Regresaría a Rivera
Los insultos y maltratos del hombre contra la mujer al parecer se habían hecho más constantes, desde que él había dejado de trabajar. “Él era una persona normal, trabajaba con una constructora, ahora estaba en la casa porque sufrió un accidente en una rodilla”, dijo la progenitora de la mujer.
Añadió que su yerno desde que se encontraba en la casa se volvió más agresivo con su hija. “La demora fue entrar ella a trabajar y estar él en la casa para comenzar a pensar malas cosas”.
Los maltratos fueron denunciados por la mujer ante la Comisaría de Familia del sector. “La hizo salir del trabajo en una casa de familia donde duró tres años. Amenazó a los patrones de ella y lo demandaron. Tenía tres demandas y no les pararon bolas”, informó la acongojada madre.
Jenny, cansada de las agresiones, tenía planeado regresar a finales de noviembre con sus hijos a Rivera después de 12 años de matrimonio y estar viviendo en Bogotá. “Nosotros le habíamos dicho que se viniera, que la pieza estaba desocupada, que le buscábamos trabajo, aquí nos conocen mucho, saben quiénes somos, nos aprecian”, expresó la mujer.
La joven, quien terminó la secundaria en el colegio Misael Pastrana en Rivera, viajó a la capital de la República en busca de oportunidades de trabajo. Allí conoció a Hernández con quien se casó. “Era bueno, trabajador y se dañó de un momento para otro. Después de viejo se portó mal”, indicó María del Carmen.
En los primeros años de convivencia la pareja se dedicó a trabajar en su propio negocio, la venta de arepas. Con el paso del tiempo cada uno consiguió trabajo para poder mantener a sus hijos.
‘Camila cumplía años mañana’
María Camila había viajado en compañía de su tía Clara Isabel Losada a la casa de Jenny, el pasado sábado en la tarde a planear el regreso de la familiar al municipio riverense. “Ella me llamó, me dijo ‘mami ya están aquí Clara y Camila, están contentas’”, recordó la progenitora de la mujer.
Precisó que su hija y su nieta iban a regresar a Rivera con uno de los niños. “Jenny se iba a venir a finales de noviembre, cuando los niños salieran de estudiar. Dios no le dio esa dicha”.
María del Carmen con tristeza recordó que mañana su nieta María Camila cumplía los 20 años de edad. “Le tenía una reunión sorpresa, un almuerzo especial con los hermanos y tíos”.
La joven, quien este año terminaba el bachillerato, en los últimos meses se había dedicado a estar al lado de su abuela a acompañarla. “Estaba contenta, no terminó el bachillerato, le faltaba este año, trabajó como cajera y en Bogotá estuvo unos días trabajando también en un supermercado”, indicó la abuela.
Clara Isabel se salvó de morir en el ataque enfurecido de Hernández, ya que se fue a quedar a la casa de una amiga.
Los cuerpos sin vida de Jenny, Brayan, Mateo y María Camila serán velados en la casa de María del Carmen, ubicada en la Calle Sexta de nomenclatura 11-39 en el barrio Los Libertadores. Hoy son esperados los despojos.
A la cárcel
A la cárcel como medida preventiva fue enviado Hernando Hernández, de 49 años de edad, por el asesinato de su esposa, dos hijos y una sobrina de la mujer.
La medida de seguridad fue ordenada por el juez de garantías de Bogotá, quien adelantó las audiencias preliminares en el Hospital de Kennedy, donde permanece luego de ser trasladado por las heridas que se hizo en el cuello.
El fiscal del caso, que le imputó los delitos de homicidio agravado y tentativa de homicidio, manifestó en las diligencias que la condena debía ser de 50 años de prisión.
Añadió que el hombre no es merecedor de rebaja de la pena, porque entre las víctimas se encuentran menores de edad.
Hernández, una vez sea dado de alta en el centro asistencial, será trasladado a la Cárcel La Modelo en Bogotá.
Jenny Losada, asesinada por su esposo.
Mateo de 7 años y Brayan de 9 años, fueron asesinados por el papá.
María Camila Losada, muerta.
Hernando Hernández, asesino.
Familiares y amigos esperan desde ayer el traslado de los cuerpos. Aún no entienden por qué el hombre los asesinó.