“Mi papá le hizo eso a mi mamá, a mis hermanos, también me pegó a mí”, fue el desgarrador testimonio del niño Sebastián Hernández Losada a las autoridades sobre el asesinato de su mamá Jenny Losada, sus dos hermanos menores y su prima María Camila Gutiérrez Losada, con machete a manos de su padre Hernando Hernández en la localidad de Bosa en Bogotá.
La dolorosa declaración la dio a conocer ayer Norma Losada, progenitora de María Camila y hermana de Jenny, mientras velaba los cuerpos de sus cuatro familiares en la humilde vivienda de sus padres en el barrio Los Libertadores en el municipio de Rivera.
“En este momento Dios está fortaleciendo mi vida, estoy tranquila”, expresó la mujer, al recordar que su cuñado había negado a las autoridades que fuera el autor del múltiple crimen. “Había dicho que eran ladrones que se habían metido en la casa y los había macheteado, pero el niño dijo ‘no, fue mi papá, mi papá le pegó a mi mamá, hizo eso con mi mamá, con mis hermanos”, manifestó la mujer en medio de la tristeza “el niño lo señalaba”.
El menor fue encontrado consciente por las autoridades con una herida abierta en la cabeza y cortadas en el resto del cuerpo. “El papá había colocado un chifonier contra la ventaba, pero el niño con la cabeza rompió el vidrio de la ventana, gritó y pidió ayuda a los vecinos”, informó Norma Losada.
Mientras en la alcoba principal y sobre la cama estaban los cuerpos sin vida de Jenny, de 35 años de edad y su sobrina María Camila, de 19 años. En la alcoba de al lado fueron hallados muertos en sus camas Brayan, de 9 años y Mateo, de 7 años. “Mi hermana (Clara Isabel) que entró a la casa a mirar dice que Jenny y Camila estaban acostadas las dos en la cama, los niños en sus camas y el niño mayor despierto, de pie, consiente”, señaló.
El asesinato de la familia al parecer fue motivado por los celos del hombre. “Estaba enfermo de celos, llegó al punto de seguirla, de esconderse debajo de la cama para ver con quién llegaba ella cuando salía del trabajo, de olerle la ropa”, sostuvo la allegada de las víctimas.
Recordó que hace varios meses sostuvo una conversación con su cuñado, en la que le manifestaba que tenía miedo de hacerle daño a su familia. “Me decía, ‘yo no quiero embarrarla, quiero mucho a Jenny, a mis niños’. Me llegó a decir que me daba plata para los pasajes para que fuera a la casa y orara con ellos, les enseñara la biblia”.
‘Soñé que habían matado a una vecina’
“Uno dice esto no nos puede estar pasándonos a nosotros. Pero cada cosa tiene su para qué”, manifestó Norma Losada, miembro de la Iglesia Misionera Mundial.
La mujer, sin imaginarse el asesinato de su hermana, sus sobrinos y su hija, en la madrugada del domingo fue invadida por una angustia que comenzó con el sueño del asesinato de una vecina. “A las nueve de la mañana me dolía el pecho, quería gritar, mi esposo me iba a decir algo y le dije ‘no me diga nada’, dentro de mí pensaba que iba a pasar algo malo”, expresó Norma.
A las 12:30 del mediodía una llamada desde el celular de su hija le informó la trágica noticia. “Me timbró el celular, era del teléfono de Camila, me alegré, cuando me habló una señora, preguntó que si era la mamá de María Camila y me dijo que había pasado algo muy grave”, señaló la mujer.
Norma, quien se encontraba sola, fue informada del asesinato de su hija, su hermana y sus dos sobrinos. “La señora me dijo ‘le tengo una mala noticia’, me dijo ‘su hija está muerta’…”.
La incertidumbre se apoderó de la mujer, quien corrió hacia la casa de sus padres a informarles lo sucedido. “Me encontré un hermano, le dije que Hernando había matado a Camila y a Jenny. Me fui para la iglesia y cuando iba entrando pasaba mi esposo y le dije ‘pasó algo horrible’, le conté y me entré a la iglesia a orar”.
Horas más tarde la mujer en compañía de dos hermanos viajó a la capital de la República en busca de explicaciones por lo sucedido. “Nos fuimos a las tres de la tarde a enterarnos de lo sucedido”.
Vecinos contaron a los familiares que los gritos y llamados de auxilio fueron escuchados hacia la medianoche del sábado. “Nos dijeron que como a las 12:30 empezaron a escuchar los gritos, llamaron a la Policía muchas veces, llegó y como no les abrieron se fueron, volvieron a llamar y no entraron, que porque no tenían una orden, a las seis llegaron los bomberos, rompieron las rejas, entraron y los encontraron muertos”, señaló la mujer.
‘Quería mucho a los niños’
La familia aún no entiende las razones que llevaron a Hernando Hernández a asesinar a su esposa, sus hijos y a María Camila, que acababa de llegar del municipio de Rivera.
“Si tuviera la oportunidad de hablar con él, le preguntaría qué lo llevó hacer esto, si quería demasiado a los niños”, manifestó Norma Losada.
Recordó que el hombre, de 49 años de edad, estaba cada minuto pendiente de sus tres hijos. “No consentía que se les parara un mosco. Cuando mi hermana estaba aquí en la casa con los niños y si uno se le raspaba se angustiaba, porque Hernando se iba a poner bravo. Y si él venía y a los niños les pasaba algo, se ponía a llorar”.
El sábado en la tarde Hernando Hernández fue a recoger a Brayan y Mateo a la casa de una vecina donde estuvieron en una fiesta. Mientras que Sebastián estuvo en un partido de fútbol. “Una vecina me dijo que él fue y los recogió cuando la fiesta se acabó, a las cinco de la tarde”, manifestó la allegada.
Precisó que el hombre no tenía vicios. “No tomaba, en las fiesta no probaba ni un trago, no fumaba, no tenía vicios”.
Los despojos de la familia eran velados ayer en la casa de los padres de Jenny, en la Calle Sexta con Carrera 11 en el barrio Los Libertadores. Las exequias son hoy a las tres de la tarde.
Conmoción y repudió causó el homicidio de las dos mujeres y los dos menores en Bogotá.
Las exequias se realizarán hoy a las tres de la tarde.
