Impresionante la cantidad de hallazgos de corrupción, despilfarro en el multimillonario negocio de la salud de los colombianos, usando como herramienta a la empresa Saludcoop. Lo que ha revelado la Contraloría General de la República, al emitir fallo fiscal contra sus principales responsables, por la mayor cuantía de la historia del país, supera cualquier previsión que hayamos hecho los colombianos desde cuando se revelaron las primeras indagaciones en torno a este enorme entramado de irregularidades con la plata de todos, especialmente de los más pobres. Y nos cuentan que las anomalías comenzaron hace más de 15 años, y continuaron de manera ininterrumpida, y bajo un mismo hilo conductor, desviando lo largo de los años los recursos parafiscales
Se trata, ni más ni menos, que de un billón 400 mil millones de pesos los que el ente de control fiscal ha determinado que tendrían que devolver los implicados, encabezados por el señor Carlos Palacino.
El dictamen fiscal señala compras, patrocinios, bonificaciones, honorarios, arrendamientos y viajes, en los que la EPS invirtió “con recursos públicos” que tenían “una destinación específica y no como en efecto lo hizo Saludcoop al desviarlos para su propio beneficio sin importarte el riesgo en que colocaba al sistema de salud y sus usuarios”. Los hallazgos demuestran una poderosa red dedicada al saqueo de los dineros públicos.
Un elemento sustancial es que el crecimiento corporativo de Saludcoop, una entidad de origen cooperativo convertida luego en un monstruo de mil cabezas, es que se apalancó en sus proveedores y a través del desvío continúo de los recursos parafiscales. Y aparecen entonces asuntos tan indignantes como que con la plata de salud se haya pagado una reunión extraordinaria del Consejo de Administración en las instalaciones del Hotel Swissotel The Stamford, de Singapur: este viaje fue aprobado el 19 de octubre de 2007. Los orondos directivos, por supuesto de paseo, armaron la reunión para tratar un solo tema, la adquisición del edificio Paralelo 108 de Bogotá por la suma de 72.000 millones de pesos. Como si una reunión de ese alcance y contexto no se hubiese podido hacer a cero costo en cualquier sitio del país. Pero eso es apenas un detalle porque luego aparecen viajes de los directivos a Buenos Aires, acompañados y pagando los gastos de sus cónyuges.
Y el desangre se materializó en que, por ejemplo, el hoy ex presidente de Saludcoop Palacino recibió más de 3.500 millones de pesos entre 2005 y 2010 solo por bonificaciones, es decir 58.000 millones mensuales “apenas” por ese concepto. Un verdadero festín mientras millones de usuarios mendigaban una aspirina.
“Los hallazgos demuestran una poderosa red dedicada al saqueo de los dineros públicos”.
Editorialito
Admirable la gesta que realiza un grupo de concejales de Garzón exigiendo celeridad en los procesos por supuestos casos de corrupción en poder de los organismos de control. Inusual y valerosa la protesta para exigir resultados. Los organismos de control están en la obligación de responder la denuncia ciudadana y rendir cuentas. Un clamor que la ciudadanía debe respaldar.