125 años del cinematógrafo

Un día como hoy pero de 1895 los hermanos Louis y Auguste Lumiére presentaron al mundo el kinetoscopio de proyección o mejor conocido: el cinematógrafo. A su vez, los hermanos Lumiére son considerados los padres del cine documental y del cine de comedia gracias a su film, El Regador Regado.

 

Luis Daniel Ramírez Ortiz

Comunicador Social y Periodista

 

Louis y Lumiére fueron hijos del pintor, carpintero, fotógrafo y empresario, Antoine Lumiére, este par de hermanos crecieron en un ambiente rodeado de imágenes y fotografías, y no era para menos, pues el arte que ejercía su padre, era el sustento de toda la familia. Aunque los hermanos compartían diferentes gustos académicos, fueron animados por su padre a seguir contribuyendo con el arte visual. Fueron varios los inventos alusivos a la fotografía y la imagen en movimiento que presenciaron los hermanos Lumiére, aunque existe uno en especial que los motivaron a crear su obra maestra, el Kinetoscopio de Thomas Alva Edison.

Después de largas noches de trabajo intensivo, los hermanos Lumiére patentarían su aparato el 13 de febrero de 1895 con el número 245.032, bajo el nombre de kinetoscopio de proyección; pero luego de varios ajustes y perfección del dispositivo, lo rebautizaron con el nombre que hoy en día se distingue en todo el mundo: el cinematógrafo, obteniendo su patente el 10 de marzo del mismo año.

Entusiasmados por su invención, el 19 de marzo de 1895 Louis Lumiére decidió filmar bajo un día soleado ubicando su cámara en frente de la fábrica de su familia, en la ciudad francesa de Lyon, y solicitó a todos los obreros que salieran de aquel sitio con total calma sin mirar al dispositivo, esta escena se convertiría en la primera película de la historia y precisamente se titularía ‘La salida de los obreros de la fábrica Lumiére’. Una vez culminada la filmación, faltaría continuar con la segunda y más novedosa función del aparato: La Exhibición.

Transcurría el sábado 28 de diciembre de 1895, un día muy frio en Paris mientras las personas caminaban con total libertad, la sala del Bulevar de los Capuchinos en el Salón Indio del Gran Café tenía la capacidad para recibir 100 personas, sólo 33 personas asistieron, entre los que se encontraban cronistas, directores de teatro y administradores de salas de concierto.

Según el periodista y docente de cine Julián Saad Pulido “En la sala apagaron las luces. El silencio invadió la sala. Luego sólo se oía la manivela que Charles Moisson giraba con orgullo. Se proyectó una luz e inmediatamente apareció la imagen gris de las puertas cerradas de la Fábrica Lumiére. Un espectador comentó que era simplemente una linterna mágica, pero de repente la imagen cobró movimiento. Hubo silencio de nuevo. Las bocas se abrieron y los ojos no se apartaban de aquellas imágenes. Pasaron las pequeñas películas una a una y quince minutos después se encendió la luz y la audiencia volvió a lo que parecía, ahora, la realidad. Sus ojos no se acostumbraban a la luz del sótano y trataban de guardar las imágenes en sus cabezas para compartirlas con sus amigos”.

Fue tanta la fascinación por el espectáculo y gracias a los artículos publicados en los periódicos, se realizaron veinte funciones por día, de 10:00 am a 01:30 pm y de 02:00 a 07:00 pm, incluso en enero de 1896 la asistencia del público llegó a ser de tres mil personas. De acuerdo con historiadores, periodistas, docentes y críticos de cine, la filmografía de los hermanos Lumiére comprende alrededor de 2000 films, realizados entre 1895 hasta 1900, entre los que se destacan: La acrobacia, El regador regado, La pesca de pescados rojo, La plaza de los franciscanos, etc.

La aceptación del cinematógrafo por parte de científicos y reconocidos personajes fue tan aceptable que a los hermanos les ofrecieron altas sumas de dinero por su invento, en donde los Lumiére se negaron a las ofertas ya que afirmaban que la creación de su máquina era la más barata de sus inventos y también porque según ellos, el cinematógrafo era un “invento sin futuro”, un invento sin futuro que después de 125 años de su creación, el cine es considerado uno de los medios de entretenimiento más importantes del mundo.

“A parte de la invención del cinematógrafo, los hermanos Lumiére incursionaron en diversos campos: la química, la electricidad, la acústica, los automóviles y la farmacéutica”

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