Pese a que la docente Beatriz Suárez se encadenó afuera de la clínica Emcosalud de Neiva porque no le hacen una cirugía que requiere para salvar su vida, aún se encuentra en la espera de que la EPS cumpla con lo que le prometió.
Beatriz Suárez Vargas, profesora de la institución educativa Luis Carlos Galán en el barrio Alberto Galindo en el norte de Neiva, se encuentra indignada junto con su familia por la situación que la aqueja y que compromete directamente su vida.
La profesora se vio obligada a encadenarse a las afueras de la clínica Emcosalud porque no le practican un procedimiento que requiere con urgencia.
Tras innumerables esfuerzos por parte de la docente, aun no le han realizado una cirugía de carácter urgente para tratar una aneurisma que compromete su vida.
Su familia en primera instancia no tenía conocimiento de lo que pensaba la docente, su hijo se encontraba de viaje y los demás familiares estaban informados de su quebranto de salud pero no sabían que era tan delicado.
En medio de su desespero y temor a perder la vida por una muerte súbita u otra complicación asociada a su diagnóstico inicial, la docente compró una cadena y un candado en el centro de la capital y se encadenó afuera de las instalaciones de la clínica que beneficia a los docentes del Huila.
Después del acto desesperado de la profesora “los médicos bajaron, hablaron con ella delante de la hermana y le aseguraron que el viernes a las seis de la mañana se programaría su cirugía”, Indicó la hermana de Beatriz.
El pasado viernes fue traslada a la clínica Mediláser a las seis de la mañana, “porque supuestamente le iban a realizar la cirugía que requiere con urgencia por el aneurisma que presenta”.
Ese mismo viernes denuncia la familia hasta las dos de la tarde fue revisada por el médico neurocirujano con una orden para una nueva panangiografía, examen que le habían realizado desde hace ocho días que arrojó el diagnóstico inicial.
Ella le insistió sobre la orden para cirugía y Mediláser le respondió que Emcosalud solo había autorizado el examen, por lo que de nuevo no le hicieron nada. Precisó Beatriz.
Marcela Suárez Vásquez sobrina de la docente informó a LA NACIÓN que “incluso la habían remitido a Bogotá a donde el neurocirujano pero estaba muy lejos y era de urgencia por lo que la enviaron a Ibagué y cuando fue con el médico, éste se había enojado porque le estaban dilatando el proceso y aparte él no era el especialista indicado para tratar ese tema, que se fuera para la clínica a pelear para que le hicieran el procedimiento porque podría quedar en silla de ruedas”.
“La tuvieron todo el día en una camilla, por un pasillo por donde ingresan a los que van para cirugía y será trasladada nuevamente a la clínica de Emcosalud”. Sin hacerle nada indicó en una publicación de Facebook su sobrina.
En uno de los audios la profesora manifestó su descontento con la entidad a quien le ha aportado durante años. “Esto lo estoy haciendo por los maestros que están en iguales condiciones que yo, que se han vulnerado los derechos de nuestra vida, de nuestra salud y que le hemos pagado casi con todo nuestro trabajo a una empresa que se burla de nosotros en estas situaciones”.
En estos momentos se encuentra en la clínica acompañada de una de sus hermanas, quien manifiesta que siguen haciéndole otros procedimientos en espera de repuesta a la cirugía que requiere con urgencia.