El papa Francisco ordenará este domingo a nueve seminaristas de diferentes países del mundo. El joven garzoneño Diego Armando Barrera Parra será uno de ellos.
Carolina Argüello Cruz
El joven Diego Armando Barrera Parra, nacido hace 27 años en el municipio de Garzón, Huila, está próximo a hacer su sueño realidad. Este domingo ante el papa Francisco recibirá su ordenación sacerdotal. La ceremonia será a las 2:00 a.m. hora Colombia en el Vaticano.
Cuenta su mamá, Inés Barrera, que desde muy niño siempre sintió el llamado de Dios al ver reflejado el don que ayudar a las personas que necesitaban ayuda o consuelo. Estas acciones fueron visibles durante su época estudiantil cuando contra la voluntad de ella compartía con los jóvenes que estaban en la drogadicción o en penumbra. Esto siempre con el objetivo de ser un soporte para sacarlos de ese mundo oscuro.
Su gran amor es su progenitora a quien cuida y ama con todo su corazón y no solo expresándolo en palabras sino a través de sus actos. Aunque no han sido años fáciles por estar separados, Inés asegura que todo ha valido la pena porque los resultados hoy saltan a la vista.
Una amiga familiar lo ayudó a llegar a Roma para que iniciara por este camino del sacerdocio, el mismo que había querido y anhelado en su corta vida.
“Ella me dijo que si de verdad el niño quería ser sacerdote que me ayudaba para que se fuera porque ella tenía muy buenos contactos allá en Roma”.
Cuando creció y fortaleció su convicción de entregarse al sacerdocio, se concertaron los apoyos para que Diego Armando pudiera viajar a Italia. En el 2013 vinieron unos sacerdotes italianos, estuvo con ellos ejerciendo la experiencia en Campoalegre y se enamoró aún más de este oficio.
“En ese año se fue y cuando vino, tres años después, a visitarme me dijo que estaba plenamente convencido de su vocación, ‘al que le gusta, le sabe’-me dijo. Y para mí con eso basta”.
El proceso ha sido gratificante, de acuerdo con su mamá ha respondido muy bien a los procesos y se ha destacado por su responsabilidad.
“Allá las notas se tienen muy en cuenta para muchos aspectos, pero gracias a Dios ya cumplió, también, su segundo año de especialización en Liturgia y ahora esperamos el domingo para su ordenación”, resaltó la orgullosa madre.
Sin duda, ha sido un tiempo de muchos sacrificios, los mismos que para Diego han sido solo la fuerza y tesón para lograr su proyecto de vida y de paso, llenar de satisfacción y orgullo a su mamá, demás familia y amigos.
El joven alegre que se ordenará juntos con ocho seminaristas de diferentes partes del mundo se encuentra en un retiro espiritual previo a la ceremonia y será hasta mañana cuando vuelva a entablar diálogo con sus seres queridos, luego de una semana de regocijo.