Los bustos de Diego de Ospina y de Rodrigo Lara Bonilla; así como las estatuas del expresidente Misael Pastrana Borrero y de Francisco de Paula Santander fueron objeto de actos vandálicos en la ciudad de Neiva luego de terminadas las marchas.
Sorpresivamente en la ciudad de Neiva, un grupo de manifestantes a plena luz del día, aprovechando la algarabía y la entonación de cánticos y arengas encendieron los ánimos para ejercer actos de vandalismo en el centro. Un grueso de la población que salió a las calles lo hizo con postura y cordura, sin embargo, hubo otro tanto que buscó la manera de promover el desorden.
Al llegar al Parque Santander en pleno centro de la capital del Huila, los mensajes de rechazo a la reforma tributaria se escuchaban a una sola voz. Poco a poco el gentío que acompañó la marcha se fue dispersando, pese a ello, hubo un mínimo de la población que continuó con el estallido social que ha provocado las decisiones del gobierno de Iván Duque.
En minutos tumbaron el busto de Diego de Ospina y Medinilla, posteriormente vandalizaron la estatua de Francisco de Paula Santander; y no satisfechos la emprendieron contra la representación de Rodrigo Lara Bonilla y la escultura de Misael Pastrana Borrero.
Para Alexander Quintero, presidente de la Academia de Historia del Huila, actos de esta clase son propiciados y reflejan, a la vez, narrativas de desprecio y rechazo construidas desde una parte de la sociedad.
“Es como un reclamo por las actuaciones de estos personajes. Estamos ante un discurso que se opone en los exterminadores de otros seres humanos, invasores, expropiadores, acumuladores, y en general, hombres con asiento en el poder y practicas cuestionables. Por supuesto, este tipo de discurso es propio de sociedades cada vez más informadas y críticas, en especial de su pasado”.
Frente a su derribamiento, el académico advirtió que no se puede negar que derrumbar bustos no solo es un daño a un bien público, sino a la materialidad misma que contribuye a la construcción de memoria colectiva. Afirmó que cualquiera que sea la representación que se haga de estos personajes, su existencia material recuerda que hay un pasado por conocer y por construir.
“Desde mi punto de vista, al busto lo podemos interrogar, le podemos hacer hablar, le podemos pedir cuentas. La ausencia de él, quizá, menoscabe la formación de memoria”, puntualizó.
Diego de Ospina y Medinilla
Los vándalos, en su mayoría jóvenes, en minutos se agolparon frente al busto de Diego de Ospina y Medinilla, conocido como el fundador de Neiva por tercera y definitiva vez. Allí con diferentes elementos, incluidos piedras y martillyos, intentaron tumbarlo, un golpe contundente en la cabeza logró que cayera al piso.
Según el Tomo 5 del libro ‘Historia comprehensiva de Neiva’ esta fue una obra del escultor antioqueño, Horacio Velásquez Montoya, fue fundida en bronce por el maestro Octavio Montoya.
Este busto fue obsequiado por el gobierno de Antioquia a iniciativa de la Reina Nacional del Bambuco, Carla María Fattoni. Fue colocado en el parque Santander en la carrera Cuarta entre calles Séptima y Octava y descubierto el 15 de junio de 1980 en el marco de la celebración de los 75 años de la creación del departamento del Huila.
Rodrigo Lara Bonilla
Con manchas de color amarillo quedó el rostro del busto en honor al inmolado ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, asesinado en 1984 por el extinto cartel de Medellín.
Dicha efigie fue entregada el 30 de abril de 2019 durante el mandato de Carlos Julio González Villa, gobernador del Huila, quien exaltó su lucha por la equidad social a través de un pensamiento de Lara Bonilla
En la placa puede leerse la siguiente frase de Lara Bonilla: «No se acabará la delincuencia mientras subsistan las oprobiosas condiciones sociales y económicas en que se encuentran millones de compatriotas (…) niños que desde el propio vientre de madres desnutridas, antes de nacer ya están condenados a la miseria».
Misael Pastrana Borrero
La estatua del expresidente Misael Pastrana Borrero, también fue blanco de los vándalos que animados por los manifestantes amarraron una soga en su cuello y comenzaron a halarla hasta obtener su objetivo.
Pastrana Borrero era oriundo de Neiva y fue presidente de Colombia entre 1970 y 1974, es decir, el último mandatario del Frente Nacional, el acuerdo entre conservadores y liberares para alternarse el poder entre 1958 y 1974.
La imagen es una obra de Luis Alfredo Ávila, maestro en artes plásticas con especialidad en escultura. Fue ordenada por el entonces gobernador Jaime Lozada Perdomo, como homenaje a los próceres huilenses.
Estaba construida con materiales sintéticos, tales como arcilla, resinas y fibra de vidrio. Fue descubierta el 21 de diciembre de 1997, por su hijo Andrés Pastrana Arango cuando se cumplieron cuatro meses de su fallecimiento.
En su cuenta de Twitter el también hijo del expresidente, Juan Carlos Pastrana, lanzó varios trinos rechazando el hecho provocado por individuos a los que calificó como “cafres que odian lo que ni siquiera conocen”.
“Las razones del odio. La estatua en Neiva del presidente Misael Pastrana, quien entregó un país con empleo y sin guerrillas, fue fundida en la casa de hacienda de Héctor Polanía Sánchez, quien la pagó de su bolsillo. El ‘Hermano Pola’ fue asesinado por las Farc en esa misma casa”.
Francisco de Paula Santander
Vandalizado, pero no derrocado de su pedestal terminó la escultura de Francisco de Paula Santander instalada en el corazón del parque Santander de Neiva.
Con frases como “no nos faltan recursos, nos sobran corruptos”, “Ya estamos cansados que se roben la plata del pueblo colombiano”, “de gota en gota, Colombia se agota” y “no podemos dejar enterrarnos” terminaron postradas en los pies de la emblemática imagen que simularon en especie de tumba.
Además, colgaron en su pecho un cuadro con la imagen de Álvaro Uribe amenazado por las Fuerzas Militares.
Fotos: Orlando Llanos.