Varios defensores de derechos humanos se han sumado al rechazo por el asesinato de la líder social Derly Pastrana Yara, quien falleció esta semana luego de permanecer 23 días luchando por su vida tras ser víctima de un atentado. Coindicen en que “a Derly le falló el Estado porque no la protegió en debida forma”. Hoy serán las exequias de la mujer recordada como la voz de los que no tienen voz.
Lucía Sánchez
Crece el rechazo por el asesinato de la líder social Derly Pastrana Yara quien falleció esta semana tras permanecer 23 días luchando por su vida luego de ser víctima de un atentado.
La mujer, quien durante más de 20 años se mantuvo firme en la defensa de los derechos de las víctimas del conflicto interno armado, también fue víctima de la violencia que se ha ensañado con miles de colombianos, lo cual la motivó a ser “la voz de los que no tienen voz”, como es recordada.
Si bien desde hace varios años Derly contaba con esquema de protección, este solamente la protegía cuando ella debía salir de casa. Ya había sido ‘blanco’ de varios ataques y advertido que su vida estaba en peligro.
Varios defensores de derechos humanos se han sumado al rechazo por el asesinato de la líder social. Así lo hizo el exdefensor Nacional del Pueblo Carlos Negret, quien calificó este hecho como “un caso gravísimo que se repite día a día en las familias de los líderes y defensores de derechos humanos, de mujeres fuertes y capaces como Derly Pastrana”.
“Tenemos que llamar la atención de las autoridades, de la Unidad Nacional de Protección, de la Dirección de Protección de la Policía, algo falló. La única que no le falló a la sociedad huilense, a las víctimas, fue Derly. El que falló fue el Estado porque no la protegió en debida forma”, sentenció Negret.
Igualmente se refirió a la constante lucha que lideró como Defensor del Pueblo entre 2016 y 2020 para que le mantuvieran el esquema de protección a Derly Pastrana. “Durante mi mandato le quitaban y le volvían a dar el esquema de seguridad, yo tuve que intervenir hasta el año pasado en septiembre, y logramos que se lo devolvieran, pero era una lucha. Hoy nos toca enterrar a otra líder, defensora de derechos humanos, madre y mujer, hasta cuándo. Esto es lo que yo he denominado una geografía del dolor”, expresó.
Aseguró que, para empezar a hacerle frente al asesinato sistemático de líderes sociales y defensores de derechos humanos, el primer paso que se debe dar es respetarlos y creer que sí necesitan seguridad, “así se está dando un paso en la sociedad y el Estado, no puede volver a pasar lo que sucedió con Derly Pastrana, falló la inteligencia del Estado, de la Policía y las personas que la estaban cuidando”, puntualizó.
En la misma línea se refirió William Calderón Vargas, coordinador de la Red Nacional de Iniciativas Ciudadanas por la Paz y contra la Guerra, Redepaz, para los departamentos del Huila y Caquetá, quien lamentó la partida de la reconocida líder social. “Se conjugan una serie de sentimientos que nos agobian. El dolor por el asesinato de otro ser humano que había venido luchando a favor de los vulnerados, en este caso de la población víctima del conflicto interno armado. De otra parte, se siente rabia, casi que es sistemático el ataque contra los defensores de derechos humanos no solo en Huila sino en Colombia, situación que no ha tenido una resolución efectiva”, expresó.
También afirmó que los defensores y líderes sociales en Huila tienen miedo, “es una opción de vida que hemos escogido y a pesar del temor, seguimos en nuestro accionar por la consolidación de la paz y el respeto a la vida”, agregó.
Al igual que el exdefensor del Pueblo, Calderón Vargas aseveró que “hubo fallas en el esquema de seguridad, precisamente fue el día que atentaron contra su vida. Así como en el caso de Derly y de muchos de los líderes y lideresas amenazados y luego asesinados, siempre habíamos elevado las alertas tempranas en prevención de esas situaciones y sin embargo se dan”, lamentó.
Es de recordar, que fue el pasado martes 15 de junio a las 8:05 de la noche, cuando estando sentada junto a un computador en el antejardín de su vivienda, en el barrio Cuarto Centenario, en el sur de Neiva, Derly fue sorprendida por dos hombres que le dispararon varias veces y posteriormente huyeron en una motocicleta DT. Ocho balas lograron impactar en su humanidad: en el maxilar, en el estómago, en el brazo izquierdo, en el antebrazo derecho, y en la vena cava (cuello). Este repudiable ataque le cobró la vida hasta el pasado miércoles a las 5:52 de la tarde, tras permanecer más de 20 días en una Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Neiva.
Su cuerpo será velado en la mañana de hoy en la funeraria Senderos de Luz, en el barrio Altico de Neiva, mientras a las 3:00 p.m. se oficiará una misa en la Catedral y su sepelio será en el cementerio Central en la capital huilense.