JORGE LUIS SALCEDO RESTREPO
Así podríamos definir el concepto de lo que cada colombiano siente con respecto a la visita “atropellada” de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos).
Sea cual sea la filiación política del presidente de turno su juramento al posesionarse es respetar y hacer cumplir fielmente la Constitución y las Leyes.
Cualquiera de los contradictores de este gobierno no hubiese tenido mejor suerte ante las revueltas, los paros, la pandemia y el desempleo ocasionado, secundariamente, por la absurda actitud de los sindicalistas de Fecode (que no buscaban sino hacer proselitismo político) los de la CTC, UTC y el resto que solo deseaban como siempre llenar sus bolsillos, o, beneficios para sus familiares como casa, carro y beca, más mantenimiento en el exterior.
En fin luego de su “gran análisis de la problemática colombiana” y haberse devanado los sesos llegaron a una serie de recomendaciones muy amplias: entre las cuales nos sugerían pasar la policía y el Smart al Ministerio de Gobierno, lo cual equivale a politizar la Policía Nacional y por ende entrar a trabajar allí no por aptitudes y cursos, sino por recomendaciones de los políticos corruptos de turno. O sea, volver a la época del 9 de abril de 1948. Época en la cual nació el recrudecimiento de la violencia en nuestro país (hace más de 70 años).
A veces uno se pregunta si no es peor el remedio que la enfermedad. Pues las sugerencias que nos hacen están en contravía con nuestra constitución de 1991.
Los sindicalistas y los jóvenes revoltosos violentos y terroristas de ciudades no vivieron esa época de hace 73 años o más y eran unos “culicagados” que ni habían nacido, o no habían dado sus primeros pasos.
Otra cosa que está pidiendo la CIDH es validar los “cortes de ruta” o sea, los estúpidos “bloqueos viales” que han costado varias vidas, no sólo la de los 2 bebes que murieron en las ambulancias, sino la de un adulto con Insuficiencia Respiratoria que nadie le dio importancia, además de muchos pacientes que fallecieron por covid-19 entre ellos varios profesores que fueron filmados protestando en la calle sin tapabocas. Además de la gente que falleció por la falta de insumos médicos para la UCI, como el oxígeno y elementos farmacéuticos para cedar a los pacientes en coma inducido por estar intubados. También se escasearon otros productos para otras patologías médicas crónicas, y esto causó muertos que nunca se publicaron.
Entonces la CIDH no hace recomendaciones para proteger a las victimas tercerizadas de los violentos ni los policías asesinados o heridos, ni los decapitados por alambres. Esas recomendaciones tienen un sesgo ideológico de izquierda.
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