El país tiene enormes problemas: guerrilla que sigue violenta y activa, paramilitarismo en sus nuevas presentaciones, narcotráfico que no se acaba, desigualdad creciente, corrupción en diferentes estamentos y lugares, nada de esto nuevo, lacras que se mantienen a pesar de esfuerzos y sacrificios. Cuenta también con enormes fortalezas: crecimiento económico sostenido, gobierno estable, estabilidad democrática, justicia respetable, fuerza pública confiable, avances en materia de desarrollo, mejoramiento en derechos humanos y seguridad, empresariado serio, clase trabajadora comprometida con el país, sectores políticos progresistas y fuertes anhelos de lograr paz y justicia social. No todo es color de rosas, pero tampoco color de hormiga. En estos momentos se están considerando temas de la mayor trascendencia en el propósito de lograr que, en el balance de los asuntos nacionales, empiece a disminuir el saldo negativo de las cosas malas: educación superior, ley de tierras, reforma a la justicia, paz, medio ambiente, reforma tributaria, regalías, reparación a víctimas y otros que no pueden faltar en ninguna agenda como lucha contra la pobreza, empleo, descentralización, derechos humanos, mejoramiento de la política. Es un momento para tomar decisiones. Las cuales nunca serán apropiadas ni completas ni sabias si no están precedidas de estudios adecuados y de análisis profundos. Es esta, entonces, la hora para los debates, en la política, en la academia, en las comunidades sociales, en la sociedad civil. La Sociedad Económica de Amigos del País se reincorpora al análisis de los asuntos nacionales, sin interés diferente al de cooperar con el País y los Colombianos. Sin discriminaciones, sin sectarismos, sin exclusiones, buscando solo ayudar a las buenas causas del Estado y de la sociedad, dentro del marco de su pensamiento democrático y liberal, estará presente en los estudios y en las discusiones, en las propuestas, en las reflexiones. La Seap, cumplidas muchas de las metas que le señaló hace 50 años un destacado grupo de colombianos presididos por el expresidente Carlos Lleras Restrepo, continuadas estas por el doctor Hernando Agudelo Villa y otros compatriotas notables, sigue teniendo invaluables objetivos. Por supuesto, hablar de Lleras Restrepo y Agudelo Villa, son palabras mayores. No obstante, muchos de los de antes y otros nuevos cuya incorporación vamos a demandar, nos proponemos continuarlos. El legado es enorme. El reto de grandes proporciones. Por eso la Seap asume la responsabilidad de fortalecerse para estar a tono con las nuevas realidades del país y del orbe, respetando con orgullo sus antecedentes y con admiración el inmenso trabajo de los antecesores, en la idea de estar al frente de causas semejantes en entornos distintos, al lado de la Colombia convivente, pulcra, dinámica, justa, democrática, igualitaria, desarrollada, moderna, innovadora y líder de naciones que todos tanto deseamos. Desde esta atalaya del pensamiento saludamos con entusiasmo y respeto al Presidente Santos y su gobierno, a los partidos, a la academia, a las organizaciones comunitarias, a los medios de comunicaciones, a los sectores ciudadanos y comunitarios, y les reiteramos nuestros propósitos de servirle al país.