Por: Alejandro Serna
Hace unos años, tuve la oportunidad de conocer a una mujer sencilla, sonriente, recatada, decente, conciliadora, profesional de la ingeniera civil y apolítica. En general, toda una dama en el sentido de la palabra, siempre pendiente de su cónyuge de manera incondicional, con quien optaron no tener hijos, aspecto que fortaleció aún más su vínculo matrimonial. Un hombre que ha estado gran parte de su vida sirviéndole al sector público, por más de 20 años, compañero de vida de Clara Cecilia Moreno de Dussán, esposa del actual Gobernador del Huila, Luis Enrique Dussán López.
Hoy en día, Clarita, como cariñosamente se le conoce, debió ser trasladada a un centro de alta complejidad en Bogotá, donde está recibiendo un tratamiento especializado, lo que la margina de la agenda pública regional y de sus actividades como gestora social del departamento. Situación compleja y sin precedentes, que sensibiliza a cualquiera y que, por mucha firmeza y entereza del Gobernador, desde su faceta personal, es imposible desconocer y desprenderse, de un hecho tan humano y coyuntural, como lo es, estar pendiente de su esposa.
No obstante, últimamente hemos visto al Gobernador Luis Enrique muy activo, con buen semblante y vigor político, vital, gallardo y enfocado en la gestión pública, dando a conocer los avances de ejecución del plan de desarrollo, así como, con juicio en el planteamiento de las soluciones ante los retos del departamento en estos tiempos de crisis. Aspecto que nos complace, por el bien de los huilenses, recuperando terreno, después de un breve permiso para estar al lado de la primera dama, situación que nos alegra y nos entusiasma, por el bienestar de su familia
Estas situaciones calamitosas, en el terreno público son aprovechadas por malintencionados, pseudo-politológos, gurús del marketing político, “Nostradamus de la política” y mentes perversas, quienes se atreven a pronosticar una posible renuncia del Gobernador; Otros, que van más allá, asegurando que se convocarían elecciones atípicas; Ni que decir, de aquellos maquiavélicos que han llegado al punto de desinformar, al aseverar sobre un falso deceso de Clarita. Circunstancia, que uno no sabe, si lo hacen para generar caos y crisis institucional o quien sabe que, para hacerle el favor a alguien. Aspectos que inclusive, ha desmentido el Senador Rodrigo Villalba Mosquera en reiteradas ocasiones.
Debo dejar por sentado, que ni lo uno ni lo otro, que lo planteado por aquellos torticeros, es falso de toda falsedad. Lo cierto es, que Clarita vive y que el Gobernador Dussán no va renunciar, juntos según la voluntad del Todopoderoso, saldrán adelante.
Aprovecho este espacio de opinión, para que mis lectores no se dejen alimentar del morbo y mejor nos unamos en oración por la pronta recuperación de la primera dama del Departamento del Huila, Clara Moreno de Dussán.