Rodolfo Valderrama
Al tiempo que se extinguía el imperio inglés a comienzos del siglo 20, estaba surgiendo el imperio gringo, el cual ha venido operando bajo varias modalidades y diferentes propósitos; su ininterrumpido accionar solamente fue compartido con la Unión Soviética después de la segunda guerra por cerca de 30 años. La modalidad más empleada ha sido la incursión armada; son varios los casos, República Dominicana, Panamá, Grenada, Vietnam, Corea, Irak, Afganistán etc, en el caso chileno y otros países se promovió el golpe de Estado. Otra modalidad es mediante la circulación del dólar en casi todos los países, entonces no solamente la producción de los Estados Unidos respalda esta moneda, también la de los demás países; esto tiene sus riesgos hacia el futuro pues si se pierde la confianza en los Estados Unidos por circunstancias inéditas, los dólares del exterior emigrarán a Estados Unidos, vendría la hiperinflación y colapso económico.
La última modalidad de sometimiento, sofisticada, y “pacífica” pero maligna, ha sido mediante la globalización y la política neoliberal, especialmente para garantizar el pago de la deuda externa, todo facilitado por nuestros gobernantes cómplices, que han sido premiados con altos cargos internacionales, es el caso de Cesar Gaviria; los desastrosos resultados especialmente en lo social están a la vista. La genocida invasión a Irak argumentando “sospecha” de armamento nuclear, claramente ocurrió por ambición económica (apoderarse del petróleo), mientras que a Irán que si manifestó tener programa nuclear no se atrevieron a invadirlo. La intervención en Israel, Corea, Vietnam y Afganistán ocurrió principalmente para constituir enclaves y lograr o ampliar su dominio en la región; en Israel y Corea lo lograron, más no en Vietnam ni en Afganistán.
Permanecer en Afganistán era inviable, por tanto la retirada era inminente abrupta o gradualmente, de ambas formas habría traumatismos y hechos violentos; es posible que la estrategia Biden de una retirada abrupta no haya sido acertada. Los fachistas, manipuladores y tendenciosos, que están resentidos por la pérdida de Trump piden la renuncia del presidente; son tan cínicos que no mencionan al republicano Bush, que al vengar los ataques a las torres gemelas, algo entendible, también inició una ocupación permanente para constituir otro enclave en Oriente Medio, pero el tiro salió por la “culata”. Tanto Obama como Trump plantearon la retirada, pero dejaron el “chicharrón” a Biden. Esta ocupación por 20 años ha implicado altísimo costo en vidas, armamento e infraestructura, destrucción cultural, narcotización y colapso de la economía, divisiones internas, un país más empobrecido y al borde de una guerra civil, como si fuera poco el explosivo aumento de refugiados que afecta no solamente a los Estados Unidos sino a sus aliados. ¿Será que esta lección por la vergonzosa, costosísima, prolongada e inocua acción y catastrófica derrota servirá de algo? rovaldi.5319@yahoo.com