Rodrigo Durán Rosero fue pionero del teatro en la ciudad de Neiva, dejó sus enseñanzas a cientos de jóvenes, que como él, aman las diferentes expresiones artísticas.
“Un hombre amoroso, afectuoso, entregado, dedicado, detallista, que ama a su esposa de una forma increíble, ´la negra linda´ como le llamaba cariñosamente, y digo que ama, porque sé que donde quiera que esté, mi papito la sigue amando”, relata con sentimiento Natalia Durán Dussan, hija del maestro Rodrigo Eduardo Durán Rosero quien falleció ayer en la ciudad de Neiva.
El reconocido actor, formador, gestor cultural y director de teatro nació en Barranquilla, sin embargo, luego de vivir y estudiar en Bogotá, se trasladó al departamento del Huila, estudió en la Universidad Surcolombiana y en la Escuela de Artes Escénicas de Neiva.
Desde ese momento, el maestro fue uno de los pioneros del teatro en la capital opita junto a tres grandes de la escena artística en el departamento, Álvaro Gasca, Enrique Arciniegas y el fallecido Alfonso Orozco. Fue igualmente un destacado promotor y gestor cultural, especialmente de las artes escénicas, impulsando y dirigiendo números eventos artísticos como festivales, circuitos y temporadas de teatro, escuelas de formación artística, entre otros.
En 1986 fundó el Grupo de Teatro Tablados, siendo su director, y que en el año 2001 se convertiría en Corporación Cultural. De igual manera, fue socio fundador y gerente de la Corporación Cultural Casateatro, de la Asociación Nacional de Directores de Escena ANDE y de la Asociación Surcolombiana de Organizaciones Teatrales. Y fue el creador y director del Festival de Circuitos Teatrales por el Huila.
Toda una vida dedicada al arte y al departamento del Huila, recibió reconocimientos por parte de las entidades gubernamentales por su dedicación y trabajo por la cultura, especialmente en la capital huilense. Una de sus obras reconocidas son los mascarones alusivos a personales culturales y políticos del departamento del Huila.
“Damos gracias y un reconocimiento al gran maestro del teatro, gerente, director, dramaturgo de la Corporación Cultural Tablados, Rodrigo Eduardo Durán Rosero, gran director del teatro, que además escribió dos libros”, son las palabras de su esposa, Martha Rocío Dussan Andrade, exaltando la loable labor que su esposo realizó por la cultura del departamento.
Con un amor profundo, su compañera de vida, lo reconoce como un hombre maravilloso, un gran esposo, excelente padre y amigo. Amante a la lúdica teatral, a los amigos, al teatro. No solamente es padre de sus cuatro hijos; Natalia, Leonardo, Parel Santiago y Danza Charlot; sino de miles de jóvenes que logró formar en el mundo del teatro.
“Un hombre de familia, de amor y de unión, un padre de consejos, de pocos regaños, de jugar, divertirse con sus hijos, de contar historias y cuentos, de apoyarnos en cada cosa que nos gusta hacer; ya sea pintura, teatro o danza, siempre estuvo para darnos motivación con palabras positivas ante cualquier dificultad que se presentara. Era un gran ser humano, buscaba como ayudar a las personas, siempre estaba gestionando arte y cultura, en donde esté, sea en un sector, barrio, o municipio, concluye su hija Natalia.
