Keith Richards, alma mater de The Rolling Stones, celebra el miércoles 70 años preparando otra gira junto a su eterno compañero de ruta Mick Jagger, seguramente con una sonrisa burlona hacia quienes no le daban tanta cuerda teniendo en cuenta su vida llena de excesos.
El legendario roquero Richards no sólo está soplando 70 velitas, como lo hizo Jagger en julio pasado, sino también festejando 30 años de casado con la exmodelo Patti Hansen, con quien tiene dos hijas -Theodora y Alexandra, a las que se suman otros tres hijos anteriores con la actriz italiana Anita Pallenberg-.
Pañuelo atado en la cabeza como vincha, camisa abierta, rostro lleno de arrugas por años de descontrol y trasnochadas, voz de ultratumba: la imagen de Richards representa al rock en su más pura esencia y hasta sus más feroces críticos lo miran hoy en día con respeto e incluso cierto cariño.
En vísperas de estos "dos importantes hitos en la vida de Keith", su página oficial en Internet invitaba a los fans a enviar sus comentarios para entregárselos como un "regalo" al músico británico.
"La gente dice '¿Por qué no dejas?' No creo que entiendan bien. No estoy haciendo esto solo por el dinero, o por ellos. Lo estoy haciendo por mí", afirmó Richards como una declaración de principios en "Life" (Vida), su autobiografía publicada en 2010 que recorre con honestidad su trayectoria.
Mucha agua ha corrido bajo el puente desde que Keith salió de Dartford, una localidad en las afueras de Londres donde vivía su familia de clase trabajadora, se encontró con su vecino Jagger en un tren y juntos formaron en 1962 la que hoy se conoce como "la banda de rock and roll más grande del mundo".
Junto con sus amigos-enemigos The Beatles, los Stones revolucionaron la música popular en la década de 1960, en el caso de la dupla Jagger-Richards partiendo más del rhythm and blues afroamericano, con Chuck Berry y Muddy Waters como maestros.
Autor de algunos de los "riffs" más reconocidos de la historia del rock, Richards fue afirmando su estilo con el correr de los años hasta quedar grabado en la memoria popular de millones de personas a partir de temas como "Satisfaction", "Jumpin Jack Flash", "Sympathy for the Devil" "Brown Sugar", "Let's Spend the Night Together" o "Start Me Up".
Una enésima "última" gira con los Stones en 2014
A la par de su genio musical para crear canciones memorables a partir de cierta simpleza melódica, Richards y Jagger, pero sobre todo Keith, se hicieron famosos como los chicos malos del barrio: mujeriegos, amantes del alcohol y las drogas y 'antiestablishment' en un país como el Reino Unido muy apegado a las tradiciones.
Escándalos, encarcelaciones y juicios por todo tipo de excesos marcaron a ambos en las décadas de 1960 y 1970, con la trágica muerte del otro guitarrista fundador del grupo, Brian Jones en 1969, como uno de los tantos estigmas de los que lograron levantarse y salir adelante.
Aunque los fans de los Stones colocan a ambos en el altar, la mayoría de ellos reconoce que el alma mater del grupo es Richards, el eterno rebelde que forma una sociedad perfecta, aunque tumultuosa, con Jagger, el dandy rompecorazones que se cansó de ser estafado por el negocio de la música y se convirtió en un empresario de temer.
El cumpleaños número 70 de Richards encuentra al guitarrista incombustible listo para otra gira, la enésima, con los Stones, bautizada "14 On fire" ("14 en llamas") y que comenzará el 21 de febrero en Abu Dabi.
Además de Jagger, estarán en el escenario Charlie Watts, de 72 años y baterista del grupo desde sus inicios; Ronnie Wood, segunda guitarra en los Stones desde 1975; y Mick Taylor, el anterior violero que tocó en los Stones entre 1969 y 1974 y que vuelve como invitado especial.
En cambio, Bill Wyman, de 77 años y bajista original que abandonó la banda en 1994, no será de la partida, tras una breve reaparición en el concierto por las bodas de oro de los Stones en Londres en noviembre de 2012.