Las amenazas de muerte se hicieron realidad, Óscar David Ospina Pastrana, alias ‘Gato’ logró su cometido y de forma brutal atacó con arma blanca a la que fue su novia e iba a ser la madre de su primer hijo. El feto murió, mientras Ingrid Zúñiga lucha por sobrevivir. En exclusiva, Ana Rubiela, madre de la joven habla para LA NACIÓN.
Astrid Hernández Ospina
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“Es un ser que no merece nada bueno de la vida, solo Dios podrá perdonarlo por el crimen que cometió”, fueron las palabras entre lágrimas, de Ana Rubiela Zúñiga, madre de Ingrid Zúñiga, quien fue violentamente atacada con arma cortopunzante en el barrio Oro Negro, en la comuna 10 de Neiva, el día miércoles en horas de la mañana.
Ingrid Zúñiga, con tan solo 18 años de edad, se encontraba en su séptimo mes de gestación, con ansias esperaba a su primogénito, un varón a quien llamaría Líam, pero quien desafortunadamente no llegó a este mundo, por cuenta de una desalmada decisión de la que fue protagonista su propio padre, otro joven de 18 años de edad, que se encuentra prófugo de las autoridades.
“Mi hija era constantemente maltratada, ese hombre le daba muy mala vida, siempre la golpeaba, la insultaba, la agredía delante de cualquier persona y hasta delante de la familia la atacaba. Ella se cansó de esas agresiones, varias veces lo denunció, incluso yo también coloqué en conocimiento de las autoridades las agresiones, pero nunca pasó nada; ella había decidido dar por terminada la relación, estando en embarazo varias veces le pegó”, aseguró la acongojada madre.
Al parecer la violencia ejercida por cuenta de dicho sujeto hacia la joven era constante, pese a que los hechos fueron informados a las autoridades, al parecer ningún ente de control hizo nada, alias ‘Gato’, tiene antecedentes por violencia intrafamiliar y lesiones personales, pero como si se tratara de una muerte anunciada, nadie tomó acciones judiciales en su contra, ni siquiera ahora, que es el protagonista de una historia de horror, pues tras haber atacado a puñal a su expareja, el pequeño niño que crecía en el vientre de la mujer, murió. “Las heridas las recibió el pequeño en el cráneo, en las piernas y rostro, pese a los esfuerzos no se le pudo salvar la vida, su madre venía en muy malas condiciones y perdió mucha sangre” informó una fuente médica.
“También fui víctima”
Cuando traté de intermediar para que no golpeara a Ingrid, ese hombre me insultaba, incluso una vez me golpeó, me pegó un puño en la cara, tuvo que intervenir las hermanas de él, para que no agrediera más a mi hija. Nunca estuve de acuerdo con esa relación y siempre le insistí que se dejarán, ese hombre no le convenía, ese hombre la maltrataba y ahora solo nos queda pedirle a Dios por su vida, para que se recupere y que sujeto que solo le hizo mal, tenga su merecido”, aseguró Ana Rubiela.
“Si no vuelve conmigo, le saco el bebé”
Óscar David Ospina Pastrana, acechaba de forma constante a Ingrid, a tal punto de advertirle que, “si no vuelve conmigo, le sacó el bebé”, por esta razón, una semana antes de la violenta agresión, la adolescente se había marchado de la casa, rumbo a la vivienda de su progenitora, lugar donde se encontraba el día de los hechos.
“Yo le rogué mucho para que se fuera para la casa, yo creo que ese hombre la tenía amenazada, ella le tenía mucho miedo y tenía miedo de las acciones en contra de ella. El miércoles yo salí de la casa, fui al supermercado a comprar algunos alimentos y mi hija quedó en compañía de sus dos hermanitas menores de edad, de repente, cuentan las niñas, que ese sujeto llegó y empezó a golpearla, la tiró al suelo, le golpeó el estómago y finalmente sacó el arma y la apuñaló siete veces, la mayoría en el abdomen, en la pelvis y aunque los gritos desesperados de ella alertaron a los vecinos, el miedo les pudo más y poco la ayudaron; una de las niñas tomó el palo de la escoba y le pegó, pero este hombre no paraba, hasta que creyó muerta a Ingrid y vio que la gente empezó a salir y ahí si se fue. Cuando yo llegué encontré mucha sangre en la casa, ya ella no estaba, un vecino la llevó al centro médico, las niñas que presenciaron todo, me contaron lo que pasó, mientras como pude salí corriendo a darme cuenta del estado de salud de mi hija”.
A Ingrid la lograron estabilizar, el feto aún tenía signos vitales, pero mientras era trasladada a otro centro asistencial la situación se complicó, perdió mucha sangre y finalmente el feto murió.
Ahora, ella permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital, debatiéndose entre la vida y la muerte, mientras sus familiares realizan los trámites correspondientes para reclamar el pequeño cuerpo y darle cristiana sepultura.
Entre tanto, el responsable de lo sucedido está en libertad; Ospina Pastrana hizo presencia en las instalaciones de la Fiscalía de forma voluntaria, presuntamente intentaba colaborar con la justicia, iba a ser sometido a interrogatorio, pero luego de entablar comunicación con el abogado que le asignaron, desistió y horas más tarde fue individualizado. Ahora, solo resta esperar que sea emitida la orden de captura para que así las autoridades puedan detener a dicho hombre, mientras tanto (…) seguirá gozando de libertad.