La Nación
COLUMNISTAS

La Corte reza, peca y empata. Por Silvia Alexandra Castañeda P.

Teniendo en cuenta los antecedentes de la designación de la Fiscal y el pronunciamiento del presidente de la Corte suprema de Justicia en donde  afirma “pudo haber error pero jamás mala fe”, se advierten consecuencias nefastas para el país, la sociedad y general para el gobierno. No es solo la declaratoria de nulidad sino también las dudas jurídicas. En la tipificación de los delitos penales, un funcionario que cometa en ejercicio de sus funciones un error, podría ser investigado por prevaricato, en este caso por tratarse de la Corte ,al país nos doblegan la mentalidad llamándolo error. Ese craso “error”, deja mal parada a la Rama Judicial, quien con ese equívoco,  deja entrever  la crisis de institucionalidad, el choque de poderes, el clientelismo y la ineficiencia administrativa. La Corte midió su poder, con las tres ternas, 25 votaciones y más de un  año de interinidad, cuando por fin en el año 2010, luego de sopesar todas sus rencillas internas y de modificar el reglamento escogieron a Viviane Morales, con menos votos de los requeridos , por lo que hoy estamos en esta situación. Es decir, por el enfrentamiento con el ejecutivo, por sus desigualdades internas, hoy es la Corte Suprema de Justicia  la responsable del desbarajuste y la falta de continuidad en la buena labor de la doctora Viviane Morales, primera mujer en ocupar el cargo de fiscal en Colombia, a quien se le reconoce un  desempeño impecable. Lo  insólito no ha terminado. El nuevo fiscal será elegido por los mismos que hoy declaran haber cometido un error, y solo ejercerá el cargo hasta julio del año 2013, mientras tanto el país quedara acéfalo con temas importantes como el desarrollo a una política de estado para enfrentar el crimen, y sin un padre que proclame ejemplo en la aplicación de la ley penal. Le queda a la Corte Suprema corresponder al país corrigiendo lo que ellos le llaman error, elegir nuevo fiscal y abstenerse de mostrar sus profundas diferencias con el Ejecutivo en cuanto a la posición en que quedaran las cortes, con ocasión de la reforma a la justicia, la cual no les vendría mal la oportunidad para chantajear.