El incremento del 3% al 4% en la tasa de interés de la política monetaria de Colombia fue rechazada por parte de los empresarios. El Banco Central busca frenar la inflación y anunció que para ello tomarán las medidas que sean necesarias.
CATERIN MANCHOLA
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Son cuatro razones de peso las que entregó el Banco de la República sobre su decisión de incrementar en 100 puntos básicos (p.b.) la tasa de interés de la política monetaria, subiendo del 3% al 4% y que se sitúa por encima de las expectativas de los expertos. Todo apunta a que las tasas continuarán ajustándose.
La primera, es que la inflación total continuó su tendencia al alza al registrar en diciembre una variación de 0,73%, superior en 30 p.b. a lo proyectado por el equipo técnico del emisor. Y por eso cerró el año en 5,62%. Mientras que la inflación básica fue de 2,49%.
En segundo lugar, porque esos resultados indujeron un aumento importante en las expectativas del emisor, medidas a partir de diversas fuentes, incluido el encarecimiento sin alimentos. Así, el pronóstico por parte del equipo técnico también fue revisado al alza y contempla que la inflación total y la inflación básica lleguen al 4,3% y 4,5% en 2022, y se ubiquen en 3,4% y 3,6% en 2023.
Además, el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) de noviembre mostró que la economía continuó expandiéndose. En este contexto, el equipo técnico reafirmó su pronóstico de crecimiento del PIB para 2021 a un ritmo cercano al 10%. Con este crecimiento se superaría en niveles el de 2019 y los excesos de capacidad existentes estarían por cerrarse. Para 2022 el pronóstico se ubicaría alrededor de 4,3%.
En cuarto lugar, porque según las proyecciones, la cuenta corriente de la balanza de pagos cerraría 2021 con un déficit de alrededor de 5,7% del PIB. Para 2022 este desbalance empezaría a moderarse hacia un nivel de 4,9% del PIB, en un ambiente financiero internacional que comienza a endurecerse ante la aceleración en el ritmo de normalización de la política monetaria en los Estados Unidos y otras economías avanzadas.
El suma, el Banco Central busca frenar el alza sostenida en precios de los bienes y servicios que consumen los colombianos, para que la inflación se ubique en términos anuales en 3%, esa es la meta para el presente año.
Y en ese sentido, anunció que seguirá tomando las decisiones requeridas a fin de asegurar la convergencia de la inflación hacia dicha dato.
Finalmente aseguró que la determinación es compatible con el dinamismo de una economía que se ha recuperado rápidamente y no requiere el mismo grado de estímulo monetario que el Banco oportunamente suministró a lo largo de la crisis ocasionada por el COVID-19.
Los efectos
Mientras el emisor dice que le apunta a hacerle frente al encarecimiento del costo de vida, para otros significa frenar la reactivación económica del país y dificultar la generación de empleo que no se ha venido recuperando al ritmo del PIB.
De acuerdo con el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia –Andi, Bruce Mac Master, “pocas veces se ha visto un aumento tan abrupto en la tasa como el de hoy –ayer”.
Y, si bien es necesaria una normalización de la tasa, “parece exagerado este salto para tratar de contrarrestar la inflación internacional, al tiempo que necesitamos más empleo”.
No obstante, otros expertos auguran que esta puede y debe incluso superar el 5,5%. Así lo señaló Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.
“Lo que esperamos a futuro es que la subida de la tasa de interés sea aún más acelerada y pueda llegar a niveles de entre 5% y 5,5 % para junio de este año. La próxima reunión será en marzo, pero ya nos anticiparon que la tasa de interés de largo plazo, esa que llaman neutral, también subió según los últimos cálculos del staff del Banco de la República por lo que seguramente la tasa de interés terminal de este ciclo de subida de tasas de interés va a ser mayor al del 5% estimado inicialmente, es decir, entre 5,5% o 6%”.
En todo caso, con esta alza necesariamente se desacelerará el consumo y la inversión, porque los préstamos a corto plazo estarán más caros y los colombianos más ajustados en sus compras.