La concesionaria Ruta al Sur SAS entregó detalles a LA NACIÓN sobre cómo avanza el plan de normalización. Anunció que la carretera de cuarta generación empieza a construirse en el segundo semestre del año.
CATERIN MANCHOLA
huila@lanacion.com.co
En julio del presente año iniciaría la construcción de la carretera de cuarta generación 4G Neiva – Santana – Mocoa, el proyecto vial más esperado por la región surcolombiana en la historia reciente y a su vez uno de los padecimientos más desgastantes y que le ha restado competitividad debido a las demoras.
Está a cargo de la concesionaria Ruta al Sur SAS, que se hizo responsable de la obra luego de que esta estuviera paralizada durante más de cuatro años y con un avance inferior al 5%.
El contrato de concesión fue cedido el dos de julio del 2021 por Aliadas Para el Progreso, dejando indemne a la Agencia Nacional de Infraestructura – ANI, respecto a las diferencias jurídicas. El plan de normalización se dará durante un año.
Los trabajos
Durante este tiempo se adelantan las actividades necesarias para poder que se inicie por fin la etapa de construcción. La primera es terminar de organizar lo relacionado con estudios y diseños, según le precisó a LA NACIÓN el gerente general de la concesión, Juan Carlos María Castañeda.
“Estamos terminando de revisar algunos diseños que logró adelantar Aliadas, solamente de una unidad funcional, estamos analizándolos para efectos de obtener la no objeción del interventor y poder arrancar. Y terminando de ejecutar los que faltan, son bastantes, en este momento la obra no cuenta con todos los diseños”.
Sí tienen los diseños geométricos de las siete unidades funcionales; y los diseños de detalle de la tres, que comprende Gigante – Garzón y será precisamente por donde iniciarán las obras de la 4G, precisó.
Lo segundo está relacionado con licencias y permisos ambientales. Ya se cuenta con las cinco licencias existentes y la cesión de 27 permisos ambientales otorgados por las diferentes corporaciones autónomas regionales. Y está tramitándose la renovación de otros debido a que expiraron por el tiempo.
Y en tercer lugar, dando continuidad a una gestión predial para adquirir las zonas de los terrenos que son necesarias para el desarrollo de las obras. Se está terminando la identificación de afectación de zona.
“Dentro de esa misma etapa de normalización, desde septiembre del año pasado tenemos servicios de atención al usuario a lo largo de los 430 kilómetros de la concesión. Es la presencia permanente de un carrotaller, una ambulancia y dos grúas, son servicios que adquieren nuestros usuarios”, sostuvo el gerente.
Los huecos
Y simultáneamente intervienen los puntos más críticos de la malla vial en aras de evitar más accidentalidad vial, pérdidas humanas y daños para los vehículos.
El gerente señaló que recibieron el corredor en unas condiciones “muy difíciles desde el punto de vista de transitabilidad por la presencia de innumerables huecos a lo largo de la vía. Hoy tenemos prácticamente tapados el 100% de los que nos propusimos como meta al 31 de diciembre. Y hemos habilitado el corredor Pitalito – Mocoa donde encontramos 112 derrumbes a la semana en que tuvimos la cesión del contrato”.
Así mismo, se ha laborado en señalización y pintura de la carpeta asfáltica y en la restauración de defensas metálicas.
En estos seis meses de trabajos del nuevo concesionario se ha apreciado una respuesta positiva por parte de las comunidades, destacó. “Antes tenían una imagen muy negativa del proyecto, pero con todo esto queremos dejar atrás el fantasma de ese desafortunado proceso con Aliadas y enfilarnos a la meta, que es cumplir el contrato dentro de sus plazos”.
El viaducto
El sector de Pericongo entre Altamira y Timaná, es una de las áreas más complejas a intervenir debido a las fallas geológicas que presenta.
Mediante otrosí No. 9 del contrato se incorporó la construcción de dos viaductos que pueden costar aproximadamente $45.000 millones.
Otro de los datos a resaltar de la reactivación de los trabajos, es que la carretera de cuarta generación ha requerido de mano de obra, propiciando así el empleo local. Son cerca de 850 personas donde más del 90% es la región.
La 4G