La tensión entre Rusia y Ucrania sigue latente, y más aún con las últimas declaraciones de Vladímir Putin, que incitó al ejército ucraniano a “tomar el poder” en Kiev y derrocar al presidente Volodimir Zelenski y a su entorno, a los que calificó de “neonazis y drogadictos”.
“Tomen el poder entre sus manos. Me parece que será más fácil negociar entre ustedes y yo”, dijo Putin al ejército ucraniano en una intervención en la televisión rusa.
Por otro lado, el jefe de Estado ruso manifestó que no combate a unidades del ejército ucraniano, sino a formaciones nacionalistas que se comportan “como terroristas” usando a civiles “como escudos humanos”, al colocar sus armamentos en zonas civiles. “Luego quieren acusar a Rusia de provocar víctimas entre la población civil” agregó.
Putin también calificó al presidente Zelenski y sus ministros de “banda de drogadictos y de neonazis, que se ha instalado en Kiev y toma como rehén a todo el pueblo ucraniano”.