Por sus frutos los conoceremos

«No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca» (Lucas 6,39-45).

El Evangelio de hoy está compuesto por distintas comparaciones, imágenes y sentencias de Jesús. Cada una daría para reflexionar sobre ella. Quiero detenerme un rato en la última comparación, la del árbol y sus frutos. Mediante esta imagen, el Evangelio nos da hoy un criterio de discernimiento, una lección de prudencia sobrenatural. Para juzgar a un hombre, un movimiento, una doctrina, no debemos dejarnos llevar por sus apariencias o sus declaraciones. No debemos fijarnos en sus palabras, sino hemos de mirar sus obras y sus realizaciones. Como anillo al dedo, viene esta reflexión, frente a nuestra responsabilidad de elegir un buen congreso. “Cada árbol se conoce por sus frutos”, nos recuerda Jesús.

Es por eso que aprisa no debemos dejarnos convencer. Nos gusta conocer las frutas, observar la eficacia, fijarnos en los hechos y en los resultados. Pero más provechoso todavía nos resulta, utilizar este criterio no solamente en lo que se refiere a los demás, sino emplearlo también con nosotros mismos. Así sabremos si somos realmente auténticos cristianos o no. También nosotros somos como los árboles. Y la pregunta es, si producimos frutos útiles, sabrosos, provechosos para Dios y para los demás. La Palabra del Señor es toda una llamada y una instrucción a la radicalización de nuestra vida en Cristo, verdadero maestro, para llevar una vida con autenticidad autocrítica y purificadora que produzca buenos frutos, los que nacen del corazón nuevo, pues Dios nos los regala con la victoria de Jesucristo sobre el pecado y la muerte.

La Biblia utiliza varias imágenes del mundo artesanal y agrícola para indicar que el hombre se prueba en su capacidad para razonar como la cerámica que se cuece en el horno o el grano que se garbilla en la criba. Y también revela que su mentalidad se muestra en la palabra, como el fruto que muestra el cultivo de un árbol. Aclaro que el garbillo o criba es el instrumento agrícola que, a modo de cedazo, con un aro de madera y una malla metálica, plástica o de otro material, sirve para filtrar el grano desechando los residuos inútiles de la trilla. La vida humana es un proceso permanente de criba, que nos permite ir sacando todo lo bueno que Dios ha puesto en el corazón de cada persona. Zarandeados por Dios y por su palabra, cuando dejamos que esto ocurra, los seres humanos vamos produciendo el fruto deseado. Para ello hay que estar en continuo movimiento y dejarse interpelar por los acontecimientos de la vida y por la palabra de Dios. Pero es preciso aplicar las capacidades que todos tenemos y poner en práctica en profundidad la revisión de la vida, el excelente método de Ver, Juzgar y Actuar. Ver significa mirar la realidad, percibirla y analizarla en su complejidad y profundidad, conscientes de que no hay nada humano que sea simple. Juzgar implica ver la realidad desde la fe cristiana y meditar, reflexionar, dialogar con otros, asumir e integrar los valores que emanan de la Palabra de Dios y que iluminan y orientan la vida hacia Dios.

La reflexión es fundamental, pero no es suficiente. Es preciso actuar y transformar el corazón humano, las relaciones humanas, las estructuras sociales, políticas y económicas. Actuar es ponerse en marcha con los objetivos, métodos e instrumentos adecuados para llevar a cabo la voluntad de Dios en las circunstancias concretas de la vida personal, social, política y eclesial, como consecuencia coherente con la nueva visión de los problemas y situaciones humanas afrontadas.
Nota: el próximo Miércoles de Ceniza, iniciamos la Cuaresma, tiempo de conversión.

Centenario de La Vorágine

En el Centro de Convenciones José Eustasio Rivera de Neiva se llevó a cabo la celebración en honor a...

Oro para el Huila en ajedrez

Nicolás Durán Cardoso del colegio Colombus American Shcool de Rivera se coronó campeón en los Juegos Intercolegiados Supérate, que...

Michel Cuero, una luchadora imparable

Luego de su victoria en los Juegos Nacionales Juveniles, Alexa Michel Cuero Cuadrado tiene los ojos puestos en los...

Síguenos en:

Artículo Relacionado

Señor, creo en ti, levántame

«En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su...

Señor sálvanos, nos hundimos

«Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: “Vamos a la otra orilla del lago”. Entonces los...

Invitados a sembrar la mejor semilla

«Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea...

Jesús, el incomprendido

«En aquel tiempo volvió Jesús con sus discípulos a casa y se juntó tanta gente, que no los...