Nohora Solano es una líder comunitaria que lleva 23 años trabajando por las personas que más lo necesitan. Con el pasar del tiempo, nació un proyecto que se llama Tejiendo Sueños, una iniciativa con la que se ha ganado el cariño y respeto de la gente.
Jhoan Sebastián Salazar
Son más de 23 años los que lleva Nohora Solano trabajando por las personas que más lo necesitan. La líder comunitaria comenzó a trabajar para que sus hijos no cayeran en el mundo de las pandillas, pero con el pasar del tiempo y sin darse cuenta, fue creando un proyecto que no solamente beneficia a niños, sino a las madres cabeza de hogar.
En diálogo con LA NACIÓN, Nohora detalla sus comienzos y cómo comenzó a involucrarse en los procesos comunitarios. Además, habla de Tejiendo Sueños, el proyecto que creó para ayudar a los que más lo requieren.
“Inicié de manera empírica hace 23 años, preocupada por mis hijos y por los hijos de un vecino que se estaban empezando a formar las pandillas. Entonces se me ocurrió la idea de primero involucrarme en la danza. Esto me permitió conocer sus familias, sus necesidades y ahí empezaron a nacer otras ideas”, manifestó Nohora Solano, líder comunitaria.
“Desde ese momento empecé a involucrarme en esos procesos y en querer ser parte de la solución. Entonces poco a poco, sin darme cuenta, me voy convirtiendo en una líder, en querer ayudar y aportar en mejorar la calidad de vida de mis niños, pero a la vez en ser parte de la solución ante una necesidad económica, de la falta de empleo, de conocimiento y de ahí nace el proyecto Tejiendo Sueños”, agregó Solano.
Tejiendo sueños
Con el pasar del tiempo, creó un proyecto que se mantiene hoy en día que se llama Tejiendo Sueños, una iniciativa que beneficia a madres cabeza de hogar.
“Con Tejiendo Sueños logramos en el año 2015 que nos donaran unas máquinas de coser industriales para la población con la que veníamos trabajando. Así formamos una empresa donde ellas aprendieron a cocer muy bien desde sus hogares. Hoy, la gran mayoría de ellas tiene su empresa familiar, con lo que se ganan la vida para sostener a sus familias”, manifestó.
De igual forma, Nohora señaló que muchos de los jóvenes con los que ella trabajó pero que por una u otra razón tuvieron que irse, hoy están ejerciendo, trabajando en diferentes sitios, esto porque no encontraron otra opción sino más que a dedicarse a trabajar en fábricas de ropa.
Puertas abiertas
Ya con más de 20 años de trabajo comunitario, no solamente con niños, sino también con madres cabeza de hogar, Nohora vive feliz con la labor que ha hecho y que sigue realizando desde su proyecto y fundación. A su vez, resaltó que la llena de felicidad el hecho de siempre tener las puertas abiertas.
“A donde yo vaya gracias a Dios tengo las puertas abiertas, esto gracias al trabajo que he hecho desde el corazón por más de 20 años. La verdad me nace ser parte de la solución y no parte del problema. Hay momentos muy duros en los que he querido renunciar, tirar la toalla, porque desafortunadamente, pese a que he tenido unos reconocimientos por parte de la Alcaldía como mujer líder, estos no repercuten a futuro para seguir ayudando a la comunidad”, manifestó Nohora Solano.
Desayuno saludable
Aparte de ayudar a niños en el ámbito social, en mejorar la calidad de vida y en poder aportarle una oportunidad a esas madres cabeza de hogar, Nohora Solano también lidera un programa social que se llama Desayuno Saludable, con el que colabora a las familias más vulnerables a que tengan algo que comer.
“Actualmente me encuentro vinculada al Banco Diocesano de Alimentos, hace 4 años, donde me permiten adquirir un kit semanal y una cantidad de leche para el programa Desayuno Saludable, con el fin de que los niños puedan participar de esta actividad comunitaria. De igual forma, también se atienden a familias vulnerables, de escasos recursos, poder llevarles este pequeño grano de arena”, complementó.
Profesora
Adicionalmente, en las noches, de líder comunitaria pasa a ser profesora de danza, donde les enseña a los niños de 4 a 16 años el bello arte del baile. “Soy esa amiga, maestra que las escucha que siempre las atiende y que les enseña algo que quizás se pueda convertir en una profesión para ellos”, finalizó la líder comunitaria.