Muchas normas en Neiva se quebrantan por el simple hecho de que no hay quien las haga respetar, denuncia la ciudadanía ante el incumplimiento de las medidas estipuladas en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Muchas normas en Neiva se quebrantan por el simple hecho de que no hay quien las haga respetar, denuncia la ciudadanía ante el incumplimiento de las medidas estipuladas en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). No se acatan los semáforos, se utiliza el espacio público para las ventas ambulantes, se permite el ingreso de menores a establecimientos nocturnos, entre otras violaciones. Ahora, las ‘zonas rosas’ en la mira de autoridades y comunidades. Vanessa Díaz Piedrahita Especial LA NACIÓN En marzo del 2011, se dio vía libre al nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Neiva con el propósito de organizar la ciudad, proyectarla hacia el futuro inmediato, abrir áreas de desarrollo, y lograr un progreso armónico que igualmente permitiera mejorar la convivencia ciudadana. Sin embargo, un año después, algunas de las normas allí establecidas, en busca de corregir el evidente desorden urbanístico en la capital huilense, parecieran dormir hoy en día el ‘sueño de los justos’ y la ausencia de autoridad para cumplirlas. Un ejemplo claro de esta situación fue lo ocurrido la semana pasada, cuando se realizó una inspección por parte de las diferentes autoridades de Neiva en cada uno de los establecimientos comerciales del Camellón de la 14, una de las zonas que más dolores de cabeza causa a la Administración Municipal, por las presuntas violaciones a las normas del Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Como conclusión de esa visita, quedó en evidencia el incumplimiento que presenta un alto número de estos locales frente a las obligaciones que deben acatar para funcionar en este sector de la ciudad, lo cual lleva a su revisión con lupa y un seguimiento permanente. El Gobierno Municipal, desde las oficinas de Planeación y Tránsito Municipal, con el acompañamiento de la Procuraduría y Policía, examinaron el estado en el que se encuentran los establecimientos ubicados en el sector denominado nueva ‘zona rosa’ y que ha sido motivo de múltiples denuncias por parte de la ciudadanía y vecinos del sector. La inseguridad, el consumo desenfrenado de drogas, las riñas callejeras, movilidad truncada por las filas de vehículos, locales que no cuentan con condiciones adecuadas y presencia de menores de edad, son las principales problemáticas que afrontan los residentes y la misma Administración Municipal ante este tema. Y es que en Neiva, según la ciudadanía, ‘las normas parecieran estar hechas para romperlas’. La intolerancia, la falta de cultura y el hecho de pasarse por encima de los demás, no sólo se percibe en los temas de movilidad como lo mencionaba la secretaria de Tránsito y Transporte Municipal, Deysi Martina Cabrera en un informe reciente en LA NACION. En la capital huilense se quebrantan las leyes, y el POT no es la excepción, según las denuncias. No se cumplen las reglas En una ciudad en la cual la población va significativamente en aumento se debería tener un plan que le apueste al mejoramiento de la infraestructura tanto vial como urbanística, para atender a la ciudadanía que a diario está presente en las calles y los andenes, y que muchas veces parecen intransitables por la ocupación del espacio público. Los abuelos, en medio de sus historias centenarias, aseguran que Neiva arquitectónicamente no ha cambiado mucho, lo que sí se ha transformado es la inconsciencia de los opitas. Neiva no está diseñada para soportar el tráfico creciente que se genera por el aumento del parque automotor (vehículos y motos), situación que se agrava ante la intolerancia de quienes viven en ella sin cumplir las reglas de convivencia y las determinaciones urbanísticas fijadas en el POT. Para el director de Planeación Municipal, Oscar Eduardo Bermeo, existen sectores de la ciudad que deben ser revisados detenidamente porque no están cumpliendo con la reglamentación contenida en el Plan de Ordenamiento Territorial. Pero, específicamente sobre el controvertido camellón de la 14, el funcionario considera que “este es un sector que tiene restricciones porque circunda la institución educativa Ceinar, las instalaciones del Concejo de Neiva y está muy cerca del edificio de la Alcaldía. Se debe hacer que los establecimientos públicos cumplan la reglamentación, pero se avanzará en un diagnóstico de la situación del POT para luego plantear los ajustes o su reformulación”, según los resultados que se obtengan. Uno de los temas más punzantes y que recibe esta Administración Municipal como un gran reto, es el relacionado con la ‘zona rosa’ que no sólo comprende el camellón de la 14, la carrera quinta entre avenida La Toma y calle 10, sino también la expansión de estos establecimientos a sectores residenciales ubicados en la Comuna Cinco, barrios El Jardín y Los Guaduales, entre otros. ‘La comunidad pide intervención’ Según el procurador Provincial de Neiva, Andrés Felipe Vanegas Mosquera, la Procuraduría desempeña una importante labor sobre el Plan de Ordenamiento Territorial. “Se enmarca en investigar y sancionar a los servidores públicos que en el ejercicio del cargo contravengan o se extralimiten en sus funciones, pero además de ellos, investigar a quienes incurran en causales de inhabilidades”, destaca en diálogo con LA NACION. La función de vigilancia y de cumplimiento al POT se encuentra a cargo de unos funcionarios públicos, pero la Procuraduría está alerta a que esos servidores, en quienes radica esa labor, la estén cumpliendo a cabalidad. “La competencia para proceder en la intervención, sanción y cierre le corresponde a la Administración Municipal bajo la Ley 232 de 1995 y de llegarse a presentar una omisión en el cumplimiento de esas obligaciones, entraría la Procuraduría a investigar”, afirma el Procurador Provincial. Ante las reiteradas quejas que se vienen presentando, según la Procuraduría, por unas presuntas irregularidades en la zona de la carrera quinta y el Camellón de la 14, se realizó una acción preventiva con el sentido de corroborar lo manifestado por la comunidad en las quejas. “Había que sentar en la mesa a los actores que tienen injerencia en esa problemática sobre lo que estaba sucediendo y a partir de ahí, buscar las salidas y respuestas a esta situación y evitar que se complique y se extienda”, explicó Vanegas Mosquera. Se debe trabajar El pasado viernes el Procurador Provincial presentó ante el Director de Planeación Municipal y la Policía Nacional la conclusión a la que se llegó luego de realizada la visita y corroborado el objeto de las denuncias por parte de los ciudadanos. “Este es un problema que incide no sólo en el sector urbanístico sino en la inseguridad y la convivencia. Las quejas que hasta el momento se han presentado son exclusivamente de esa zona, pero reconocemos que no solamente los inconvenientes están localizados ahí. Nosotros haremos un seguimiento inmediato para verificar el cumplimiento sobre horarios para el funcionamiento de estos establecimientos en las distintas zonas de Neiva como una primera medida”, agrega. Según Vanegas Mosquera, la administración del alcalde Pedro Hernán Suarez se muestra muy receptiva frente a este tema. “Están muy comprometidos en esta problemática y se espera trabajar de la mano de la Policía. La Secretaría de Tránsito, por ejemplo, estuvo muy atenta para hacer sus reclamaciones y la Secretaría de Gobierno nos manifestó que se está ejecutando una política de seguridad en la ciudad, y en estas dos semanas que restan de marzo se hará su socialización. Lo que indica que en la primera semana de abril se implementará de lleno en asocio con todas las instituciones”, dijo. Pese a que las denuncias son reiteradas, la investigación de la Procuraduría no se enmarcó solamente sobre este sector de la ‘14’ sino en toda Neiva. Sin embargo, lo que denuncia igualmente la ciudadanía es ausencia de autoridad. “La poca reacción de las autoridades llamadas a velar por la tranquilidad y el orden es el principal agravante. Nosotros como Ministerio Público velamos por los Derechos Humanos y porque propenda el orden, que se de el comercio organizado y como lo apuntaba el procurador General Alejandro Ordóñez, reine la legalidad en todas las actividades”, resalta. El Procurador Provincial hizo un llamado a los funcionarios públicos a que se ciñan al cumplimiento de la ley y a la ciudadanía, por su parte, para que se convierta en veedora y adelante un permanente seguimiento en el desempeño de sus labores. Las medidas y las acciones En varios informes, LA NACION ha presentado las medidas principales que se tomaron alrededor del Plan de Ordenamiento Territorial que buscan dar un orden a la ciudad, regular los usos del suelo, el funcionamiento de establecimientos de diversión, al igual que la edificación de ciertas construcciones y locales comerciales. En ese sentido, se plantea que ‘en el trayecto del Malecón pueden ubicarse discotecas, estancos y demás establecimientos que expendan licor. Allí, como aún existen algunas viviendas de uso familiar, se exige un plan de implantación o pequeños requerimientos urbanísticos, relacionados con movilidad, sistemas de parqueaderos, la insonorización, que no estén cerca de colegios, lo ambiental, físico y social además de distribución arquitectónica’. Con esta acción se pretende acabar con las denominadas ‘zonas rosas’ que están presentes en diversos sectores de la ciudad, generando caos, malestar entre los vecinos, en particular en el barrio El Altico y ciertas áreas del microcentro de Neiva. Por ello, el POT estableció que el área turística donde se permitirán negocios nocturnos de expendio de licor es la Avenida Circunvalar desde El Tizón hasta la carrera 15. En este trayecto frente al río Magdalena podrán estar los bailaderos y demás, menos casas de prostitución, puntualiza la norma. Sin embargo, las quejas ante la Dirección de Justicia revelan que la medida no se cumple del todo, y las denuncias destapan que siguen funcionando en otras zonas de la ciudad, causando desorden, contaminación auditiva por los ruidos en exceso y hasta riñas en las calles. Una de esas zonas es la que se ha situado en el barrio Cándido Leguízamo, especialmente cerca de las instalaciones de la Universidad Surcolombiana y las instituciones educativas Inem y Santa Librada, por la carrera primera y sectores de Santa Inés, que debe desaparecer, ya que la mayoría de establecimientos comerciales de licor tendrán que trasladarse o cambiar de función, pues son muchas los reclamos por los episodios que allí se presentan. Asimismo, sobre la avenida La Toma podrán funcionar restaurantes, hoteles y lugares donde se pueda tomar una cerveza como bebida acompañante. Negocios con exceso de ruido tendrán que trasladarse, afirma el documento que publicó LA NACION. Otras determinaciones en el POT señalan que: Las casas de prostitución deberán salir del centro de Neiva y marcharse a los extramuros de la capital del Huila; las ferreterías ubicadas dentro del centro de la ciudad podrán ofrecer sus productos y vender en poca cantidad para no generar caos vehicular; los bares, karaokes, tabernas y estancos ubicados sobre la calle octava cerca a la nueva sede de la Universidad Corhuila, barrio Prado Alto, deberán reubicarse. La otra área turística es la carrera 16 del Éxito y tiene intervalos. Por ejemplo: pueden haber negocios frente al estadio ‘Plazas Alcid’ y no sobre el área cercana del Hospital Universitario ‘Hernando Moncaleano’ de Neiva.