En el segundo día de la audiencia pública de la JEP, que se desarrolla en Ocaña, Norte de Santander, fueron escuchados miembros de la fuerza pública y el civil que estuvieron involucrados en la ubicación, desaparición y asesinato de jóvenes de otras regiones del país.
Redacción Web/LN
Un duro momento se vivió el día de hoy en el segundo día de la audiencia pública de la JEP, que se desarrolla en Ocaña, Norte de Santander. Allí, miembros de la Fuerza Pública que estuvieron involucrados en falsos positivos hablaron frente a las víctimas y contaron la verdad de los hechos.
Uno en hablar fue Sandro Mauricio Pérez Contreras, sargento segundo encargado para la época de la inteligencia en la brigada en Norte de Santander reconoció ante las víctimas que se usó un patrón criminal, para ubicar, trasladar y asesinar a jóvenes de Soacha en Ocaña.
“Estoy aquí frente a ustedes, para aceptar mi responsabilidad a título de coautor en crímenes de guerra por persona protegida y lesa humanidad, mi falta de temor a Dios, mi falta de amor y respeto por la vida humana me llevó a terminar convirtiéndome en un asesino. Un monstruo para la sociedad, eso represento para algunos de ustedes una máquina de muerte. Hoy acepto ante ustedes y ante el país y el mundo, que utilicé mi uniforme, un grado que tenía dentro del Ejército con el pretexto de dar resultados operaciones, haciéndolos creer que era legítimos”, indicó.
“Cuando llegué a al batallón Santander no llegué a trabajar directamente en inteligencia, pero en mi condición de suboficial hago una oferta criminal y tomo contacto con personas que vivían en la ciudad de Bogotá, con estos civiles que vivían en Soacha, logramos que este patrón criminal y con mi responsabilidad, planee cómo traer a los jóvenes hasta Ocaña y cómo se debían entregar a los militares, planee y entregue armas para que jóvenes inocentes con sueños, fueran entregados y asesinados como un muertos en combate. Falso, fueron combates ilegítimos, fueron asesinados a sangre fría, en ese planeamiento que yo hice y del cual soy responsable, realicé documentación falsa para darle credibilidad al hecho”, agregó.
“Los robe la identidad a sus seres queridos, hijos, esposos y padres, mediante engaños y propuestas falsas, pensaron que iban mejorar su calidad de vida, les quité los documentos para que se reportaran como personas N.N, esto hacía para que a ustedes les fuera más difícil encontrar a sus seres”, complementó.
Por su parte, una de las víctimas, Carmenza Gómez, madre de uno de los jóvenes asesinados en Soacha dijo. “Mi hijo fue desaparecido el 23 de agosto del 2008 y apareció muerto en Ocaña, Norte de Santander, me dijeron que había sido dada de baja por la Brigada 15, qué sorpresa la mía cuando encuentro a mi hijo en medicina legal como guerrillero muerto en combate”, señaló.
“Hoy les digo que ustedes tienen hijos y familiares queremos saber ¿Quién dio la orden?, nosotros sabemos que detrás de ustedes hay más personas”, deben ayudarnos a limpiar este odio que tenemos, me da lástima que por unos pocos dañaron una institución, hoy les pido que digan la verdad y echen al agua desde Uribe en adelante, queremos nombres propios”, complementó la víctima.
Las madres de Soacha y víctimas de los falsos positivos reclaman verdad absoluta y conocer los nombres de todos los militares involucrados en el asesinato de inocentes. 6402 víctimas en el país y 120 para el caso de Norte de Santander.