El polideportivo del barrio Gaitán en el municipio de Baraya se engalanó de color y música tradicional en la clausura del proyecto Inclusión Arte.
Al son de bambucos y rajaleñas, las personas en situación de discapacidad del municipio de Baraya, al norte del Huila, cerraron con broche de oro el proyecto Inclusión…Arte, iniciativa liderada por la Corporación La Minga Surcolombiana y apoyada por Ministerio de Cultura, a través del Programa Nacional de Concertación Cultural.
Niños, jóvenes y adultos con discapacidades físicas, auditivas y cognitivas, se reunieron durante dos meses y recibieron talleres de artes plásticas y música tradicional en la sede principal de la Corporación.
“Los encuentros fueron construidos con amor y respeto, los asistentes se sentían felices, atendidos y amados por todos, como una gran familia, los talleristas son personas con experiencia y que conocen la discapacidad de cerca”, manifestaron los organizadores.
Como es el caso de Camila Silva Vanegas, instructora de música tradicional que ve atraves del alma, es invidente de nacimiento y desde niña ha recibido formación musical.
“La experiencia de trabajar con personas discapacitadas ha sido muy buena, debido a que yo pertenezco a esta población y he sentido que ellos han quedado satisfechos. En las clases hemos trabajado ritmos autóctonos del Huila, como son bambucos y rajaleñas. Estos espacios son muy importantes para nosotros, porque no somos una carga, somos personas normales que pueden desarrollar todas las habilidades del mundo”, manifestó Silva Vanegas
El proyecto que ya tiene reconocimiento en la población barayuna, ha servido para que esta población construya espacios que mejoren su salud y potencien sus habilidades. “Durante varios años este proyecto nos a reunido, es un espacio muy valioso para nosotros los discapacitados, porque nos integramos con la misma población, además nos distraemos y aprendemos”, contó Noe García, beneficiario.
Asimismo, Mary Luz Vargas, expresó “Tengo discapacidad física y el arte para mi es importante, en las clases me divierto mucho, se va la tristeza y además me ha servido para hacerle terapia a las manos”.