En el segundo día de audiencias ante la JEP, el último secretariado de las Farc reconoce la crueldad que como grupo guerrillero cometieron a la hora de secuestrar personas, la gran mayoría de ellas con fines de financiación.
Redacción Web/LN
Continúa en Bogotá la audiencia del último secretariado ante la JEP, en el que reconocen hechos de lesa humanidad y crímenes de guerra. Este caso investiga más de 21 mil secuestros que cometió el grupo guerrillero.
Uno de los primeros en hablar fue Pastor Alape, quien reconoció como el secuestro terminó siendo un choque de intereses. “Hoy, después de 5 años de un ejercicio de reflexión a partir del diálogo con las víctimas, entendemos con mucha claridad cómo está práctica estuvo chocando siempre con nuestros intereses”, indicó.
Posteriormente, hizo reconocimiento a las afectaciones que produjeron a personas de todo tipo de condición social con estos hechos: “Nosotros venimos a asumir la crueldad que implicó este grave crimen porque fue hacer rehenes a todas las familias”, agregó.
Posteriormente, Milton de Jesús Toncel, otro de los miembros del último secretariado que tuvo las Farc, se refirió a los hechos más graves dentro del patrón que ellos tenían en materia de financiamiento.
“Uno de ellos fue el intercambio del secuestrado por familiares. Eso indiscutiblemente es una expresión de degradación de los principios revolucionarios y éticos que nos debían regir”, señaló el exlíder del Bloque Sur de las Farc.
“Sin el menor miramiento, los seres humanos fueron vaciados de su contenido humano y se objetivizaron con fines mercantilizantes, donde a la mercancía humana se le pone un precio, se realizan intercambios por otro familiar teniendo siempre la equivalencia en dinero”, dijo Toncel.