Jhon Anderson Mongui relata la historia de cómo se convirtió en parejo oficial del Sanjuanero Huilense, cuenta su experiencia realizando esta labor cultural y recalca la importancia que todos los parejos se merecen como dignos representantes del folclor opita.
Exigente, apasionado por la danza y siempre pendiente de que la coreografía del Sanjuanero sea perfectamente ejecutada por las aspirantes a los reinados del bambuco que él asesora. Así es Jhon Anderson Mongui, un joven oriundo de Algeciras-Huila, quien es desarrollador de software y desde hace 7 años tomó la decisión de ser parejo oficial en las fiestas de San Pedro.
Su llegada a la danza, no fue una coincidencia. Jhon recuerda que su mamá fue quien lo obligó a vincularse con grupos de baile, en un principió la idea no le llamaba la atención, aún así, hoy, esa elección no es motivo de arrepentimientos. “Fui obligado por mi mamá a incursionar en la danza, por ella empecé a bailar, al inicio no tenía interés en eso, pero una vez llegué a Neiva me gustó y le cogí cariño, de hecho, uno de mis sueños es ser parejo del certamen nacional y que mi candidata sea la ganadora”, afirmó.
Su trayectoria como parejo oficial del Sanjuanero Huilense ha sido enriquecedora. La danza le permitió dejar a un lado la timidez que en el pasado lo caracterizaba, su experiencia le ha servido para perfeccionar su técnica en la ejecución del baile y poder transmitir esos conocimientos a otros parejos y candidatas. De igual manera, a la hora de enseñar, se considera estricto, pues reconoce que el Sanjuanero es un baile exigente con componentes esenciales que merecen atención y cuidado.
“Para ser un buen parejo hay que sentir lo que se va a bailar, el que no siente, no transmite y eso es clave en el Sanjuanero. Aparte de que se debe tener en cuenta los conocimientos técnicos de la coreografía”, explicó.
Importancia del parejo
Como parejo oficial del Sanjuanero Huilense, Jhon considera que la labor que los parejos realizan, es poco apreciada y está convencido de que esta debe ser más valorada, ya que ellos son el eje central de las candidatas. “La labor del parejo debe ser más valorada, nosotros somos lo que llevamos las candidatas, las orientamos, nos encargamos de darle seguridad en escenario. No solamente nos enfocamos en el tema del baile, también buscamos un equipo de trabajo que esté en condiciones de hacer un traje de Sanjuanero, de peinarlas, y maquillarlas. A la muchacha se le califica pero al parejo se le debe aplaudir”.