La alteración del sueño es un enemigo silencioso que deteriora la calidad de vida de las personas. Expertos reportan cada vez más casos en el país.
Como un problema de salud pública podría convertirse en Colombia las alteraciones del sueño, que cada día está aumentando y afectando el comportamiento de las personas, que no tienen un adecuado descanso.
Las alteraciones del sueño son enemigas silenciosas que van deteriorando la calidad de vida de las personas, pero muchas veces no son atendidas de manera adecuada, pues quienes las padecen no recurren a los servicios de salud para buscar ayuda profesional.
El médico Franklin Escobar Córdoba, experto en medicina del sueño y profesor titular de Psiquiatría de la Universidad Nacional de Colombia, señaló que el sueño es una de las funciones mentales superiores más importantes.
“Es un complejo proceso biológico que nos ayuda a sintetizar la información nueva que obtenemos durante el día y es un factor clave para mantenernos saludables y tener una buena calidad de vida, pues nos permite estar descansados al día siguiente”, indicó.
Según los expertos es importante tener un sueño saludable que permita una recuperación física y mental de las personas.
“El sueño es tan importante, que una tercera parte de la vida la ocupa el ciclo sueño-vigilia, es decir que mientras dos terceras partes estamos en estado de alerta, una tercera parte de la vida –entre 15 y 20 años– estamos en situación de sueño”, dijo.
Afirmó que entre los enemigos externos del sueño se encuentran las bebidas oscuras, las pantallas que emiten luz blanca como los computadores, celulares y aparatos luminosos, que pueden generar alteraciones cardiovasculares, sumado al ruido que se convierte en uno de los mayores enemigos.
“La Organización Mundial de la Salud, OMS, indicó que existen 88 tipos de trastornos del sueño identificados, entre los cuales el insomnio crónico y el transitorio son los más comunes, ya que afectan al 10 y 40% de la población mundial, respectivamente”, aseguró.
El experto dijo además que los problemas del sueño pueden ocasionar trastornos metabólicos, genéticos, cardiovasculares y respiratorios, entre otros.
“Una investigación adelantada por la Pontificia Universidad Javeriana de forma inicial en Bogotá, Santa Marta y Bucaramanga, evidenció que el 59,6% de los consultados tenía problemas de sueño; el 49,2% se encontraba con sobrepeso y el 14,4% registraba síntomas de obesidad. Además demostró una asociación del 70 al 95% entre las enfermedades del corazón y la apnea del sueño”, explicó.
El médico Escobar aseguró que las personas que presentan dificultades del sueño empiezan a presentar unos síntomas que son fáciles de detectar.
“La apnea del sueño se caracteriza porque la persona presenta ronquido en las noches, somnolencia diurna excesiva y pausas respiratorias con despertares en que se siente muy ahogada”, precisó.
El galeno especialista dijo que tras este panorama que se empieza a evidenciar en Colombia, se requiere que el Ministerio de Salud, y demás entidades preventivas implementen estrategias para evitar que la falta de sueño se convierta en un problema de salud pública.
“Las cifras evidencian que la prevalencia de alteraciones de sueño en la población colombiana es un problema de salud pública muy alto, que podría ser difícil de controlar en los próximos años”, sostuvo.
El sueño, salud mental
Ángela María Gómez Fonseca, médica y PhD. en Psicología, aseguró que el sueño tiene un estado reparador físico y mental de las personas.
“Durante el sueño se realizan muchas funciones de reparación y crecimiento de los tejidos, como por ejemplo en los huesos, además de respuesta a virus y enfermedades, regulación de procesos inflamatorios, liberación de hormonas muy importantes como la del crecimiento y la leptina y la grelina, que regulan el apetito y la saciedad”, explicó.
Destacó la importancia del buen dormir para el cerebro y para las diferentes células del cuerpo.
“Durante el sueño el cerebro se limpia de toxinas y productos que se van acumulando por el funcionamiento en el día; en la noche la temperatura baja hasta 2 grados centígrados, lo que es muy importante para protegerlo de daños a largo plazo”, sostuvo.
Explicó que el sueño natural es aquel donde la persona se queda fácilmente dormida es el mejor.
“Un sueño saludable es aquel que permite levantarse descansado y listo para afrontar el día siguiente. El buen sueño comienza de forma natural, es decir sin ayuda de medicamentos o de sustancias como el alcohol, por ejemplo, y también cuando la persona está tranquila, sin llevarse a la cama las preocupaciones del día, en un ambiente agradable y sin demasiada comida en el estómago”, manifestó.
Horas para dormir
El médico y docente Escobar mencionó que el tiempo ideal de sueño para un recién nacido es entre 14 y 17 horas diarias; los niños de 3 a 5 años deberían dormir entre 10 y 13 horas; de 6 a 13 años entre 9 y 11 horas; los adolescentes entre 8 y 10 horas; los jóvenes que van a la universidad se espera que duerman entre 7 y 9 horas; y en los adultos –entre 26 y 65 años– el promedio de sueño que se considera normal es de 7 a 8 horas.
Los adultos mayores, aunque también duermen entre 7 y 8 horas, tienen un porcentaje de sueño superficial más alto y también de despertarse durante el sueño, lo que suele estar asociado con la inactividad o a la vida sedentaria.
Recalcó que la mejor forma de tener un sueño saludable es haciendo una actividad física o deportiva para dormir bien, ya que esta promueve una buena calidad del sueño a cualquier edad.