SINDICATO DE PROFESORES DE LA UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA
SINPROUSCO
COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA ASAMBLEA DE PROFESORES DE LA UNIVERSI DAD
SURCOLOMBIANA
El día 9 de agosto del corriente año, la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU), el Sindicato de Profesores de la Universidad Surcolombiana (SINPROUSCO) y la Mesa Amplia de Profesores convocó a una asamblea general del estamento docente con el propósito de analizar la situación econom1ca y administrativa de la Universidad respecto al desfase presupuesta! que pone en riesgo la realización del segundo semestre del 2022.
A continuación, se presentan las conclusiones y decisiones de la sesión: No se tiene una información clara, completa y detallada de la situación financiera, presupuesta! y administrativa de la Universidad. Las comunicaciones formales de la Administración son fragmentadas, confusas y no sustentan las decisiones tomadas. Es necesario establecer una terminología clara y, sobre todo, unas cifras completas que sustentes las decisiones. Llama la atención, por ejemplo, el vacío que existe respecto a la contratación de administrativos por orden de servicios. Según los análisis de algunos docentes, la relación profesor-administrativo es 1:1, por lo que se considera que existe un exceso en la contratación.
En tal sentido, consideramos que es fundamental y de carácter inmediato obtener de parte de la Administración de la Universidad (Dirección ejecutiva: Rectora, Vicerrectores ,Asesores ,Jefes de División; Consejo Superior Universitario,Consejo Académico) un informe claro, preciso, detallado y sobre todo CONFIABLE del manejo financiero de la Universidad en términos de Ingresos y Egresos que permita aclarar las imputaciones que fincan en los costos de las actividades académicas y misionales (especialmente la nómina del cuerpo Docente) la responsabilidad de este faltante de recursos económicos para desarrollar plenamente el próximo período académico.
Entendemos que la crisis financiera tiene un origen histórico y estructural, pero desde finales del año anterior era de conocimiento público el denominado “faltante” de recursos para el próximo semestre. ¿Qué pasó con la gestión para la obtención de estos? ¿No es labor de la Administración garantizar, precisamente, los recursos para las labores misionales de la Universidad? No hay respuestas a estas preguntas, pero sí una serie de propuestas de las directivas que generan confusión y desesperanza, pues no se basan en criterios académicos misionales, sino, simplemente, la eficiencia para distribuir el poco dinero existente. Lo que los conduce a poner en la labor docente la solución al déficit, desconociendo por completo los impactos negativos en los procesos formativos entre docentes y estudiantes.
Por ello, nos manifestamos en contra de las siguientes decisiones tomadas por el Consejo Académico: iniciar el próximo semestre en septiembre y fraccionarlo en dos periodos: uno de doce semanas (septiembre a diciembre) y otro de tres semanas (enero de 2023); suspender la figura de profesores visitantes tiempo completo para que sean catedráticos, y que los profesores planta y directivos docentes agreguen a sus agendas más cursos, eso sí, de acuerdo a su voluntad.
Lo anterior profundiza la precarización del trabajo docente que viene dándose en la Universidad desde 2005, cercenando, aún más, los derechos laborales de los profesores. Consideramos que esta medida no sólo va en contra vía de los esfuerzos realizados para superar el desfase temporal intersemestral y recuperar la culminación anual de los dos periodos académicos sino de los cánones y preceptos que consideran la continuidad de los procesos como requisito indispensable para el logro exitoso de los mismos.
Tampoco estamos de acuerdo con un semestre de “medio pelo”: sin investigación, sin proyección social, sin integración con el mundo externo (Prácticas extramuros, trabajo de campo), sin actividades culturales complementarias, sin respaldo económico para las iniciativas académicas, técnicas, tecnológicas, artísticas y culturales que presenten los profesores y/o estudiantes, sólo con docencia directa y privilegiando la virtualidad. Más desconcierto genera la propuesta peregrina de cancelar el semestre (exponiéndonos a problemas económicos y judiciales). Todo esto lo consideramos, simplemente, como un irrespeto a nuestros estudiantes. Frente a este despropósito reclamamos la programación del semestre académico tal como estaba en la programación presentada por la Universidad a partir del 29 de agosto e ininterrumpidamente hasta diciembre.
La Universidad es un proyecto colectivo, pero las decisiones que se están tomando demuestran la falta de dialogo con la comunidad académica, ignorando las posiciones, análisis y propuestas que se construyen en los espacios de programa y facultad. La desatención a la invitación que se les realizó para esta Asamblea es un signo más de su falta de interés en una solución construida en conjunto con los estamentos.
Hay que recordar que la Institución se debe a su entorno físico, cultural y social que la requiere como interlocutora,asesora y guía intelectual. Su continuidad y vigencia depende de qué tanta necesidad de ella tenga la comunidad dónde ésta actúa y la respuesta que la Universidad de a estas exigencias y necesidades. Estamos en deuda con nuestra comunidad, necesitamos escucharla a ella y retroalimentarnos con sus críticas, cuestionamientos y sugerencias. ¿Las decisiones tomadas nos conducen a ser vigentes y pertinentes como proyecto educativo regional?
Por último, los docentes no somos el problema, somos actores que dan sentido al proyecto educativo. Las decisiones administrativas y financieras que horadan la labor docente atentan contra la misión de todo proyecto educativo. No dictamos clase, formamos, investigamos dialogamos con las comunidades. No es una cuestión de plata, es una cuestión de pertinencia y dignidad.
El anterior balance condujo a la Asamblea a tomar las siguientes decisiones:
1.Declaratoria de Asamblea permanente sin cese de actividades académico administrativas para generar un proceso de dialogo y decisión colectiva y así enfrentar los problemas de la crisis institucional que vive la Universidad, construyendo propuestas pertinentes que protejan las actividades misionales de la Institución
2.Convocar a las directivas administrativas y a los consejos Académico y Superior a una rendición de cuentas el próximo martes 16 de agosto para que expongan de manera clara, completa y detallada el presupuesto de la institución y la justificación de las decisiones que se vienen tomando al respecto. A los cuerpos colegiados, exponer, el proceso de toma de decisiones y la justificación de estas.
3.Componer la Mesa de asuntos docentes ya creada según la resolución 263 del 2020 para el estudio de los problemas coyunturales y estructurales de la labor de los profesores.
4.Crear una comisión de docentes con experiencia en manejo administrativo y presupuesta! para que analicen lo propuesto por la administración y puedan presentar un informe que permita comparar lo expuesto por la dirección de la Universidad.
5.Elaborar un comunicado con las decisiones tomadas por esta Asamblea y divulgarlo a la opinión pública por los medios impresos locales y las otras formas de comunicación
Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU)
Sindicato de Profesores de la Universidad Surcolombiana (SINPROUSCO)
Mesa Amplia de Profesores de la Universidad Surcolombiana.
