Por: Alejandro Cely
“Yo no me he ido del barrio al contrario de los demás, por mi casa, por lo grande que es, y lo central que queda de todo, si yo necesito ir al banco, al mercado, a un hospital, lo tengo todo a la vuelta de la cuadra”, dijo María Emilia Troncoso de Sandoval
Y es que El Quirinal uno de los barrios más antiguos de la ciudad de Neiva, ha vivido una transformación bastante peculiar, que tiene en su historia momentos claves para comprender el cambio que se ha venido dando en la ciudad y la forma en la que cambiaron las dinámicas sociales en el municipio.
Para el año 1950, el general Gustavo Rojas Pinilla puso en avance el plan de vivienda barrial el Quirinal, viviendas que serían para los militares de la ciudad. Los cuales no quedaron muy convencidos al conocer la ubicación del barrio.
El proyecto original consistía en ocupar lotes de 260 metros cuadrados, con un área constituida de 80 metros contando con unos inmensos patios, la ubicación del barrio que, quedaba cera en ese entonces a las locaciones de las ferias y fiestas no fueron de agrado de los militares quienes no aceptaron las viviendas en palabras del docente Orlando Mosquera por “estrechas”.
Luego de años y de las viviendas estar en situación de abandono el ICT se hizo cargo de ellas y tomó la decisión de ponerlas en venta a los civiles por un precio de 21.500 pesos para la época. Un valor que no todos los ciudadanos podían permitirse, conociendo de igual manera que la primera cuota sería de 5 mil pesos.
Los primeros habitantes del barrio eran matrimonios jóvenes, ingenieros, abogados, personas reconocidas en los medios de la ciudad, tenían cercanías con los gobernantes por lo que el sector se convirtió en una parte importante para la sociedad neivana, esto le dio el impulso a un grupo de habitantes del barrio para con ayuda de un crédito financiado por el Banco Central Hipotecario (BCH), a comprar los otros predios manejados por el ICT en la década de los 60 y empezar con la construcción de las otras manzanas financiadas por el grupo de vecinos del barrio el Quirinal entre los que destacan los médicos Miguel Barreto, Uldarico Liévano, Esper Tapicha y Antonio Tovar, los abogados Carlos Vargas, Fabio Arce Luna, Oscar Fernández y Cesar Perdomo Cabrera, quienes con ayuda del BCH, quien también financió la creación de una nueva manzana en 1967.
Con el pasar de los años, en el 2022 son pocas las familias que quedan de esos primeros y dorados años del barrio, como lo relatan sus habitantes antiguos; las familias comenzaron a vender para mudarse, muchos tenían hijos por fuera o ya no contaban con los mismos ingresos de cuando se encontraban trabajando de manera activa por lo que la solución de vender empezó a ser cada vez más tentadora, llevando al barrio a una nueva etapa en su historia, convirtiéndose en el barrio de servicios donde se mantiene una apretada agenda de comerciantes y usuarios que se evidencia en los problemas de tráfico en las horas pico del sector, esto debido a la masiva asistencia a los diferentes negocios que se encuentran activos.
María Emilia Troncoso de Sandoval, lleva 39 años viviendo en El Quirinal 1983, recuerda que era un barrio tranquilo eran puras familias al inicio, cuando se mudó la casa le costó un monto de 5 millones de pesos, era un vecindario muy unido realizaban fiestas para todos, una convivencia muy sana entre familias pudientes de la ciudad, todas las casas habitadas eran casas propias, en este momento las casas se encuentran avaluadas en más de 500 millones de pesos, gracias al sector y lo central en su ubicación.
Cuenta que no tiene vecinos, en las mañanas se mantiene mucho movimiento pero en las noches es muy solitario, lo que puede causar inseguridad en algunas personas del sector.
Recuerda, el mal momento que vivió cuando se incendió el Olímpica, fue a las 5 de la mañana, se encontraba dormida, se sorprendió con el aviso de sus vecinos que le contaron que había un incendio, las casas que contienen bastante madera lo que aumentaba el peligro de que se incendiará su vivienda, gracias al corredor de seguridad del almacén no paso a mayores y se logró controlar ese angustioso momento.
María, comenta, que hace 10 años empezó a llegar el comercio al barrio con la partida de las familias que vendían y se mudaban, ella por el contrario está encantada con su casa, por lo grande, por lo central, tiene todo cerca como ella misma lo cuenta, tiene la iglesia cerca, los supermercados, las plazas, los bancos, y ella a sus 70 años consigue todo lo que necesita a la esquina de su cuadra por lo que ella está muy feliz viviendo en su barrio El Quirinal.
El problema de la contaminación auditiva por parte de los automóviles y la constante actividad comercial de la zona han alejado a la antigua población civil que vivía de manera pacífica y tranquila en uno de los barrios más cotizados de la ciudad, que se transformó a las nuevas dinámicas que presenta la ciudad con su constante crecimiento y que ahora se conoce El Quirinal como la mezcla de la antigua sociedad opita con la llegada de la industrialización a Neiva.
