La vía principal hacia al Sur del departamento es arteria vial fundamental para nuestra región, situada en el valle del alto Magdalena, macizo colombiano rio abajo. Las poblaciones huilenses están al lado y lado del Magdalena sobre las laderas de las dos cordilleras, la Oriental y la Central.
El expresidente Barco visualizó la importancia de conectarnos con el hermano país del Ecuador y Sur del Continente con la vía Pitalito-Mocoa-San Miguel (Putumayo). Siendo el valle de laboyos la estrella vial del Sur colombiano, conectando a Florencia, Mocoa, Popayán y Neiva con facilidad, conllevando como aspiración generalizada de los huilenses mejorar las condiciones de transitabilidad de este corredor vial.
En el gobierno Santos con alegría recibimos la noticia de adjudicación de la concesión Neiva-Pitalito-Santana (Putumayo), con mejores especificaciones viales, doble calzada Neiva-Campoalegre, variantes en Campoalegre, Hobo, Gigante, Timaná y Mocoa. Infraestructura a mejorar en los Altares, y túnel falso en Pericongo.
Decepción causó que colapsara la concesión por problemas judiciales de uno de sus integrantes sin operar plenamente. En esos ires y venires de procedimientos sancionatorios y decisiones administrativas, quedamos en el peor de los mundos: Una concesión adjudicada a privados paralizados por falta del cierre financiero, y las obras estipuladas y su mantenimiento sin realizarse, donde el gobierno Nacional tampoco podía invertir en éstas porque estaban concesionadas. Ahí fue troya. Miles de problemas, el peor “Pericongo” abandonado a su suerte con derrumbes, accidentes y hasta pérdidas de vidas humanas. Con paciencia franciscana esperamos la cesión de concesionario, por el temor de perder la inversión.
Al finalizar el gobierno Duque, nuevamente la alegría nos embargó con la noticia de que había un nuevo concesionario en la ruta al Sur con robustos integrantes constructores reputados. A fe, observamos movimientos en la vía con rehabilitación en pavimento en varios tramos y obras en dos variantes (Gigante-Hobo); intervención en puentes de Puerto Seco y Arenoso, pero no hemos visto movimientos para el viaducto de Pericongo, que es el imperativo regional. La respuesta, la tramitología consuetudinaria en los vericuetos burocráticos estatales no han permitido la sustracción del área requerida para intervenir tan anhelada obra, que se encuentra en zona de reserva de acuerdo a la ley segunda.
A instancias del Gobernador este fin de semana está el MinTransporte por estas tierras. Aspiramos que este alto funcionario resuelva el trámite como amerita la circunstancia frente a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales ANLA, para lograr la sustracción de la reserva en los predios de Pericongo.
¿Por qué el ANLA no ha actuado con la misma prontitud que en otros casos con operadores privados, entratándose ésta de una obra de utilidad pública? No hay, en la región prioridad superior que la de Pericongo. Ministro de Transporte, manos a la obra.