Parece increíble en pleno siglo XXI, encontrar una escuela lejos del modernismo, la tecnología y con sus instalaciones convertidas en ruinas. Es la situación de la escuela de la vereda San Miguel, en zona rural de la ciudad de Neiva. Los afectados son los niños, que al decir de los habitantes del corregimiento de Río Ceibas no son tenidos en cuenta por los gobernantes.
Hernán Galindo
Ubicada en el corregimiento de Río Ceibas, zona rural de Neiva, en la vereda del mismo nombre, la escuela San Miguel, parece el territorio de un pueblo abandonado por alguna tragedia o en medio del conflicto que por tantos años ha tenido que vivir Colombia a lo largo de su historia.
Recorrer sus instalaciones produce tristeza y hasta miedo, se siente como si recorriera un pueblo fantasma. El abandono es tal que no queda nada de lo que alguna vez fueron las aulas de clase, el salón comunal o el restaurante escolar, todo es olvido, soledad, no queda nada que sea agradable a la vista.
Y qué no decir de los baños en los que los estudiantes deben hacer sus necesidades, solo con mirarlos se acaban las ganas de entrar, es mejor en el monte como lo hacían los antepasados, por ahí en algún paraje puede resultar menos traumático.
El abandono
Quien en lo que queda de lo que alguna vez fue una escuela en condiciones dignas para que los niños y niñas de la vereda San Miguel y sectores aledaños se decide a contar la triste historia de este ejemplo de desidia, negligencia e incumplimientos de los gobernantes de turno, es Nataly Rodríguez.
Nataly siente tristeza y hasta vergüenza, la que no tienen quienes, estando obligados a cumplirle a la niñez, al relatar sobre los escombros del lugar cómo las instalaciones se fueron deteriorando al punto de quedar en lo que hoy son, solo ruinas.
“¿ por qué del abandono?, es la pregunta que nos hacemos a diario los habitantes de la vereda San Miguel y otras cinco veredas del corregimiento de Río Ceibas. Será que a los niños de este sector los sacaron de la base de datos del sistema educativo de la ciudad, los niños no son tenidos en cuenta y vistos como lo que son”, comentó.
La escuela fue adecuada en el año 1994, en lo que antes era una vivienda, para familias que la recibieron a través del desaparecido INCORA. “La escuela surgió ante la cantidad de niños y niñas que requerían educación y por gestión de la comunidad nos enviaron una docente y así fue por varios años hasta hoy, que ya se olvidaron del todo de los niños”, añadió la señora Rodríguez.
: Las paredes y pisos son verdaderas trampas para los
estudiantes que llegan hasta la escuela San Miguel.
La docente que no volvió
La situación llegó a tal punto que la docente que estaba asignada recientemente, Ximena Álvarez Conde, no regresó por tener dificultades de salud.
La vocera de la comunidad, dijo que no la culpan y lo que reclaman es que la reemplacen, “Hemos ido hasta la Secretaría de Educación de Neiva a poner la queja y la respuesta, es traigan pruebas de la inasistencia de la docente”. Respuesta que les parece fría y hasta calculada.
En cuanto a los estudiantes, algunos insisten en llegar hasta la escuela abandonada, los más pequeños principalmente, otros han tenido que buscar cupo en otras instituciones lejos de su lugar de residencia y en algunos casos por decisión de los padres para no arriesgarlos, han desistido de estudiar.
Los niños expuestos
La triste historia de los niños de San Miguel, tiene aún más situaciones para contar; como que, ante las incapacidades permanentes de la docente, que de paso cuando llega, lo hace después de las 9 de la mañana y en el peor de los casos, no aparece, adicional sostiene que no la pueden sacar porque su padrino político es muy poderoso . “Se han presentado accidentes terribles en niños que en su mayoría están entre los cinco y nueve años de edad, debido a que permanecen solos por mucho tiempo”, dijo Nataly.
La abuela de seis de los estudiantes, que por eso se atreve a asumir la vocería, dijo que han llegado a decir en la Secretaría que les nombren a alguien de la vereda como docente, “aquí hay personas capacitadas para asumir las funciones, que nos la nombren”, añadió.
Zona de los baños, no reúnen las condiciones de higiene para ser
utilizados por los niños.
Otras voces
En el salón, que se mantiene en regulares condiciones o mejor el menos deteriorado, se reúnen los pocos niños que insisten en cambiar su vida a través de la educación, allí permanecen hasta las 11 de la mañana para recibir la alimentación escolar cuando la hay y casi siempre retornan a la casa frustrados y con hambre.
Mauricio Pérez es otro padre de familia, que cuenta sus tristezas al ver que su hijo no puede estudiar en condiciones dignas. “Los hijos tienen derecho a recibir una educación digna y la verdad uno como padre se siente, porque los niños no tienen esa educación digna, están expuestos a toda clase de peligros como pueden ver”, comentó.
Sobre la profesora argumenta, que esta cumple quince días de incapacidad, retorna tres o cuatro días y vuelve a quince días de incapacidad, “así venimos ya hace casi cuatro años”, añadió.
Katherine Perdomo, también se muestra inconforme por la educación que están recibiendo sus hijos. “Son cuatro años, desde antes de la pandemia, nuestros hijos no han tenido clases como debe de ser, mi hijo está por terminar primaria y la verdad no sabe absolutamente nada”.
¿Prepararía usted alimentos en esto que alguna vez fue la cocina?
Llamado urgente
Juan Garay, líder del sector de Río Ceibas, lanzó un llamado a las instituciones encargadas de velar por el bienestar y la educación de los menores, al tiempo que responsabilizó a sus orientadores por lo que pueda acontecer con los niños y niñas.
“Este es un llamado a todo el ministerio público, para que se haga el seguimiento y exigencia, a la Alcaldía de Neiva, a la Secretaría de Educación Municipal, aquí no solo está en juego el derecho a la educación de los menores de la vereda San Miguel del corregimiento Río Ceibas, sino además su integridad y su vida”, sostuvo.
Finalmente, todos quienes atendieron la visita de LA NACIÓN, manifestaron que no piden, “exigimos que nuestros hijos puedan estudiar en condiciones dignas, no más mentiras”, sostuvieron.
