En 2022, Colombia llegó a la cifra más alta de desplazamientos por la violencia en la última década. Así lo indica el más reciente reporte del Observatorio del Desplazamiento Interno (IDMC) y el Consejo Noruego de Refugiados (NRC).
Según el informe, el año pasado se registraron 339.000 casos de “movimientos internos” ocasionados por la violencia. La alarmante cifra, menciona el estudio, fue resultado de un aumento en el número de desplazamientos forzados por ataques de grupos armados contra civiles.
Además, las ONG advierten que los departamentos del Cauca, Valle del Cauca, Putumayo y Nariño estuvieron entre los más afectados. Antioquia, Chocó, Córdoba, así como Caquetá, César y Magdalena, son otros de los departamentos golpeados por este flagelo.
El informe detalla que la mayoría de casos ocurrieron en la primera mitad del año. Muchas veces las víctimas son líderes sociales y comunitarios que defienden el medio ambiente y los derechos humanos y son amenazados por grupos al margen de la ley, obligándolos a huir.
De acuerdo con el reporte, también se produjeron despojos de tierras a comunidades rurales y se acentuaron los casos de confinamiento forzado.
Panorama mundial
Con respecto a cifras globales, al menos 71 millones de personas tuvieron que huir en su propio país el año pasado, una cifra récord, según indicaron el Observatorio de Desplazamiento Interno (con sede en Ginebra) y el Consejo Noruego para los Refugiados.
En 2022, 71,1 millones de personas fueron registradas como desplazadas internas, un aumento anual del 20 %, provocado por los éxodos masivos tras la invasión rusa de Ucrania y por las inundaciones catastróficas en Pakistán, de acuerdo con un informe conjunto de esos dos grupos de monitoreo.