Ayer comenzaron los cuadrangulares en el torneo de ascenso. Aunque en esta competencia no hay VAR, una ‘sospechosa’ llamada telefónica hizo que el árbitro revirtiera un penal en el partido entre Quindío y Llaneros.
Redacción Web/LN
Ayer iniciaron los cuadrangulares semifinales del torneo de ascenso del fútbol profesional colombiano. Uno de los duelos más llamativos era el choque entre Deportes Quindío, equipo llamado a pelear por el tiquete a la primera división, ante Llaneros, una de las novedades en esta fase final.
Aunque el partido terminó 2-2, el escándalo vino en el segundo tiempo. Sobre el minuto 63 de juego, el colegiado Gustavo Cortés decretó un penal en contra del Quindío por una aparente mano dentro del área que en las repeticiones no se vio. A pesar de los reclamos constantes de los jugadores del equipo local, el árbitro se mantuvo en su decisión.
Sin embargo, el juez tomó una drástica decisión que desató la gran polémica. Aunque en el torneo de segunda división no hay VAR, el juez decidió trasladarse a la zona de emergentes, donde recibió una llamada ‘sospechosa’ que le hizo cambiar de decisión y revertir el penal.
Si bien el penal estaba mal cobrado, pues no fue mano, el escándalo se dio por la determinación del árbitro, pues no se puede apoyar de ninguna ayuda si no hay VAR.
Esta no fue la única polémica que se dio en el partido, pues en el empate del Quindío se presentó un fuera de lugar claramente visible que no fue sancionado por parte del juez de línea.