Desde Pitalito, el presidente de Colombia Gustavo Petro criticó con severidad los sueldos que devengan actualmente algunos funcionarios de la Federación Nacional de Cafeteros y advirtió que, si esta “no se reestructura de acuerdo a la base cafetera” le quitará el manejo del dinero del Fondo Nacional del Café.
CATERIN MANCHOLA
El Coliseo Cubierto de Deportes y Espectáculos de Pitalito, en el sur del Huila, fue el escenario desde donde el presidente Gustavo Petro lanzó las más duras críticas y advertencias que hasta el momento ha hecho contra la Federación Nacional de Cafeteros (FNC).
El gremio agrupa a más de 360 mil cafeteros del país, entre empresarios y campesinos y es uno de los más importantes en Colombia, primer productor mundial de café arábigo suave lavado.
En el municipio que más produce café y cafés especiales en el país, el mandatario tuvo el primer cara a cara con los campesinos y empresarios del sector y aunque no invitó formalmente al gremio, este sí asistió al encuentro y participó de la jornada.
El Jefe de Estado dijo que su “gobierno tiene que recordarle al país que existen los cafeteros y cafeteras” y que se deben “abrir las fuentes del trabajo”, pero tiene “un problema: la Federación Nacional de Cafeteros (FNC)… ustedes me van a ayudar a resolverlo porque esta es una institución privada que nace en el mundo del viejo café, en unas regiones diferentes a estas, con una riqueza que eran el centro político, y entonces tienen unos salarios que son como los de Ecopetrol. Compiten. Pero Ecopetrol es el mundo nuevo”.
“Un cafetero promedio campesino hoy se gana 12.000.000 de pesos al año, ¿cuánto gana el presidente de la Federación Nacional de Cafeteros? ¿Cómo puede haber un presidente representante del gremio cafetero, cuando el promedio de un cafetero es 12.000.000 de pesos al año, y él se gana 200.000.000 de pesos?, ¡eso no puede ser!”.
Sacó a relucir el edificio de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia en Nueva York, “¿cuánto vale ese edificio? Lo arrendaron, ¿quién se cogió el arriendo?”, cuestionó, “¿O alguien se lo echó el bolsillo?”, aseveró. Señaló que los campesinos están “empobrecidos” y que “viven en las regiones excluidas de Colombia y entonces eso no concuerda, ¡no pude ser así!”. Y lanzó pullas contra los líderes del gremio: “la representación gremial del mundo cafetero debe ser representativa de lo que hay: campesinos y campesinas, pequeños productores”.
La pelea
Luego el presidente se ‘despachó’ y dijo: “a mí me engañaron en eso. El gremio engañando al Presidente, eso no puede ser”. Manifestó que puede haber “discusiones, podemos estar distantes, no pienso como usted, pues cuántos no nos lo han dicho”, pero que “una cosa es eso, y otra cosa es engañar al Presidente de la República”.
Este tema “debe resolverse”, añadió y luego lanzó su advertencia. “Yo sí creo que debe resolverse, en primer lugar, reestructurando la Federación de Cafeteros y poniéndola transparentemente como la representación genuina del mundo cafetero actual, con sus problemas y su realidad. Ese es un punto que, más que al presidente, le corresponde a la gente del café, porque esa es su representación, no la mía ni la del Gobierno, es la de ustedes. Pero allí también tenemos la existencia, que también viene del pasado, de un contrato entre el Gobierno y la Federación de Cafeteros que maneja un recurso público, el Fondo Nacional del Café”.
“¿Qué hacemos con ese contrato? Ese contrato va a finiquitar, tiene una fecha de terminación ¿Podemos? Porque (el expresidente Juan Manuel) Santos nos enseñó cómo se hace, porque lo hizo con el Fondo Nacional Ganadero, que también era un recurso público que administraba Fedegan. ¿Hacemos lo mismo? Voy a dejar esto como puntos. Si la Federación de Cafeteros no se reestructura de acuerdo a la base cafetera, se acaba el contrato del Fondo Nacional del Café con la Federación. Dejémoslo así en el diálogo. Esta pelea no puede matar lo poco que queda del café, tiene que ser es para impulsar la economía cafetera”.
Acto seguido se refirió a la titulación de tierras, en especial los campesinos que cosechan el grano y anunció que continuarán trabajando en este aspecto de la mano de Minagricultura.
“La cocaína, el petróleo y el carbón”
El presidente también habló de cómo ha cambiado la zona cafetera y la nueva geografía donde ahora los mayores productores están ubicados en el sur del país.
Relató la época de bonanza del grano y los logros en materia económica que tuvo en otrora este producto, “era la riqueza y Colombia y café se volvieron sinónimos, pero eso cambió”, dijo, e indicó que “Pablo Escobar remplazó el café, simbólicamente, porque en estos últimos 50 años las riquezas fueron otras, la ilegal que conocemos y las legales se volvieron petróleo y carbón”. En ese sentido, sostuvo que “la cocaína, el petróleo y el carbón funcionan de la misma manera”, y su alta rentabilidad se debe a la buena demanda internacional, además tiene un bajo costo de producción.
De igual manera se refirió a las importaciones y en general criticó las compras externas y los Tratados de Libre Comercio (TLC) argumentando que esto frenó la producción y elaboración de los mismos y evitó que se crearan puestos de trabajo. “La riqueza está es en el trabajo, no está en el petróleo ni en el carbón ni en la cocaína”, sostuvo. En suma, desde Pitalito el presidente anunció que comenzó la renegociación del TLC con los Estados Unidos de América. Y su propuesta es apuntarle a la industrialización.