La campaña política entró en su recta definitiva. En aproximadamente un mes sabremos quiénes serán los nuevos alcaldes y gobernadores que liderarán las regiones durante los próximos cuatro años y aunque esta elección viene cargada de un tufillo plebiscitario frente al gobierno nacional, a los ciudadanos nos debería importar más la aproximación que tienen los candidatos frente a los problemas cotidianos, que la posición ideológica que los aspirantes asumen frente al presidente de turno o los temas políticos del orden nacional o global.
En un apasionante recorrido que hicimos por la mayoría de departamentos del país, desde Noticias RCN, me pude dar cuenta que sin importar el estrato o la región, hay dos temas que aparecen recurrentemente cuando hablamos con la gente: la seguridad y la economía personal, afectada especialmente por la inflación. Otros asuntos como la movilidad o la planeación urbana, están en un segundo plano, pero que a los ciudadanos les garanticen su integridad, que no los maten por robarlos, que no los extorsionen y que no se les metan impunemente a sus casas, está en lo más alto de sus preocupaciones.
Por otra parte, el precio del transporte público, la carestía en los elementos de primera necesidad, las tarifas que pagan por la luz y el agua y su poder adquisitivo real, también inquietan enormemente a los colombianos en la mayoría de municipios.
Por eso estoy seguro que si a una persona en el caribe le preguntan qué le importa más: si el nuevo alcalde es de derecha o de izquierda o cómo va a resolver el asunto de los elevados costos de los servicios públicos y la deficiente prestación en algunos barrios de ciudades como Barranquilla, Santa Marta o Cartagena, la gente estará más pendiente de su problema inmediato que de si sus dirigentes políticos se declaran petristas o uribistas y, de esa trampa, no ha logrado salir más de uno.
Así que, señores candidatos, se les agradece que dejen de ser tan panditos en las fórmulas que les proponen a los ciudadanos; que eviten las obviedades a la hora de hacer sus propuestas; que se concentren en lo que de verdad nos tiene más afectados. Decir que van a poner cámaras, que van a ser los verdaderos ‘comandantes’ de la policía o que llenarán sus ciudades de nuevos subsidios, no resuelve nada en concreto y la gente no es boba. Por eso, en esta última etapa de la campaña, menos lugares comunes, por favor.