La Fundación Paz y Reconciliación, Pares, ha presentado su tercera versión del informe “Vivir sin miedo” y sus resultados corroboran –una vez más—el exasperante clima de violencia contra las mujeres en Colombia.
Los datos son alarmantes. Entre el primero de enero y el 31 de julio de este año, se ha presentado en el país más de un caso de feminicidio al día, registrando un total de 301 casos. De estos, Bogotá (59 casos), Valle del Cauca (36), Antioquia (35), Tolima (16) y Santander (16) son los departamentos que más prevalencia del delito han presentado.
Entre enero y julio de 2023 se han presentado 60.469 denuncias de violencia intrafamiliar a nivel nacional, esto se traduce en una reducción de 26,2% con respecto al mismo periodo de 2022.
El informe de Pares advierte además que aunque ha habido una reducción en materia de delitos sexuales, durante los primeros 7 meses de este año se registraron 12.020 reportes, mientras que en el mismo periodo del 2022 la cifra fue de 20.258.
Pares destaca así mismo la intención del gobierno nacional de amplificar a todo el país un programa de casas para la dignidad de las mujeres, que recoge un proyecto de Manzanas del Cuidado de Bogotá. También resalta que el gobierno esté planteando en su Plan de Desarrollo un Sistema Nacional de Registro, Atención, Seguimiento y Monitoreo de las Violencias Basadas en Género; y un fortalecimiento de las líneas de atención con un enfoque de género interseccional y territorial.
Los esfuerzos dirigidos a reducir la violencia contra la mujer son bienvenidos. El mayor desafío, sin embargo, es lograr que esas intenciones se traduzcan en acciones concretas en las regiones, en donde los casos de agresiones, maltratos y acosos contras las mujeres son el pan de cada día.
Y algo importante: tales medidas deben permitirse ser evaluadas para conocer si su aplicación trae efectos tangibles.