El director ejecutivo de Fedeacua, César Pinzón dialogó con LA NACIÓN acerca de los complejos retos que están enfrentando los piscicultores del país, se refirió a la emergencia sanitaria por la bacteria que afecta a los peces y el fenómeno de El Niño, así como las oportunidades de mejora que presenta este renglón.
CATERIN MANCHOLA
En el sector del cultivo de peces en Colombia, el Huila es pionero desde hace más de una década y solo durante el 2022 el 39% de la producción piscícola del país provino de esta región, según el Ministerio de Agricultura. En general la acuicultura comprendida por la piscicultura (97%) y camaronicultura (2,4%) ha venido creciendo en el país, pero enfrenta enormes retos, ¿por qué? César Pinzón es el director ejecutivo de la Federación Colombiana de Acuicultores (Fedeacua) y en diálogo con LA NACIÓN entregó un panorama de este renglón.
Director, ¿cómo va la emergencia sanitaria nacional por la bacteria ‘Streptococcus Agalactiae ST7 serotipo Ia’?
En la región del centro del país prácticamente se ha dejado de manifestar y no hay una mortalidad inusual expresiva en la acuicultura por causa de esto, por el contrario, en la zona de la Costa Atlántica sí continúa apareciendo una mortalidad significativa de peces. Cabe anotar, que en la región centro no hemos tenido unas temperaturas tan altas como sí las ha tenido la región caribe; que es lo que nosotros consideramos fue el ‘gatillo’ de esta mortalidad inusual de peces.
¿Cómo va la aplicación de las vacunas contra esta bacteria que, vale anotar, no afecta a los seres humanos?
De la vacuna que es comprada en el exterior ya se han aplicado más de 12 millones de dosis, pero hay otra auto-vacuna que es realizada en Colombia y comenzó a aplicarse hace aproximadamente mes y medio; para conocer los resultados de esta segunda debemos esperar a que el alevino llegue a fase adulta, esta trabaja específicamente sobre la bacteria que los está afectando.
¿A cuánto ascenderían las pérdidas?
Las cifras totales todavía no las tenemos porque nuestro ciclo es anual. Pero sí impactó tanto en mortalidad como en el clico productivo porque tuvimos que disminuir las densidades. Para final de año las conoceremos. Creemos que creceremos a un menor ritmo, en un 5%; en el 2022 fue del 6% y en el 2021 del 10%.
¿Cuáles son las tasas de mortalidad inusual que se alcanzan?
En la zona de la Costa Atlántica el índice de mortalidad inusual está aproximadamente en el 70%, o sea, sobrevive el 30%: eso es gravísimo; y esto se debe a las altas temperaturas. En el Huila y la región centro no, aquí tenemos otro panorama: la sobrevivencia está en aproximadamente el 80%, o sea la mortalidad inusual está entre el 20% y 25%; se redujo porque se bajó la densidad de siembra y se trabajó rápidamente en vacunación, podemos decir que aquí el impacto no fue tan grave.
Y, ¿hasta cuándo va la declaratoria de emergencia?
Si usted me hubiera preguntado eso hace dos meses, hubiera dado una fecha, pero hoy en día no. Nosotros estamos analizando todo el país y vemos que hay otros problemas además de este. Entonces, para dar una pronta solución, todavía no tenemos fecha para decir hasta aquí llegó la emergencia.
En ese sentido, ¿les preocupa más el fenómeno de El Niño o la bacteria?
Está muy ligado. Me explico, el fenómeno de El Niño ha traído altas temperaturas y el principal ‘gatillo’ que provocó esta bacteria fueron las altas temperaturas. Está totalmente interligado a temperaturas: aumenta la temperatura y el nivel de riesgo también. Creemos que si El Niño es moderado, no atacará tanto.
¿Ya se sabe cómo se originó la bacteria?
Esa es una muy buena pregunta, porque hay un sin número de teorías: de supuesta conspiración, que fue por las importaciones y hasta por las aves, pero todas se han caído. ¿Qué es lo que estamos evidenciando?, esta bacteria está presente desde 1999 por primera vez. Los seres vivos tenemos muchos patógenos que los llevamos y solo van a salir a la luz cuando se tenga algún ‘gatillo’. Lo más probable es que se dieron las condiciones en la represa de Betania –Huila-, por la mala calidad del agua, cuando subió y bajó de manera muy rápida de nivel, eso generó un estrés muy alto para los animales y ese fue el ‘gatillo’ en esta región; en el Atlántico fue el calor, más de 34° en el agua, eso es muy caliente para un animal.
El fenómeno El Niño no se puede evitar, pero las enfermedades sí…
Muy correcta su frase, contra El Niño no hay nada qué hacer, solo podemos mitigar sus efectos, entonces, lo que estamos recomendando a los productores es disminución de densidades, llevar a cabo una correcta bioseguridad, comprar animales que realmente se sepa su procedencia y trabajar en las buenas prácticas sanitarias. Ya lo estamos trabajando con el ICA. Y que la situación actual nos sirva de reflexión para el futuro. Debemos comportarnos de manera biosegura, como lo hacen otros gremios.
En acuicultura, ¿Colombia es el único que pasa por apuros?
Los países vecinos también están con problemas, tanto Brasil, Centroamérica, Honduras, México… En Colombia tenemos una de las mejores sobrevivencias en acuicultura a nivel de Latinoamérica, es del 80%, para nosotros el golpe de esta bacteria ha sido fuerte, pero no tanto como en los otros países; Brasil tiene muchísimas más enfermedades y más mortales, la sobrevivencia de animales allí es de aproximadamente el 50% y 40%. En México un 40% ahora es una ‘buena’ noticia…