Ha habido un gran repudio nacional e internacional al caso del secuestro de los padres del reconocido jugador del Liverpool de Inglaterra y de la Selección Colombia, Luis Díaz.
Como es de conocimiento público, doña Cilenis Marulanda y don Luis Manuel Díaz fueron secuestrados por hombres armados el pasado sábado en jurisdicción del municipio de Barrancas, departamento de La Guajira. Por fortuna, la madre del futbolista fue liberada el mismo día, pero el señor Díaz sigue aún cautivo.
Por tratarse de un hecho de gran repercusión, las autoridades han desplegado un mega-operativo en el norte del país para rescatar sano y salvo al padre de ‘Lucho’. Se ha ofrecido además una recompensa de hasta $200 millones para quien ofrezca información que conduzca al paradero del secuestrado. El mismo director nacional de la Policía, el general William René Salamanca, ha estado liderando la operación.
La preocupación es que los secuestradores hayan logrado desplazar a don Luis hasta Venezuela, un territorio que como muchos saben las bandas criminales hacen de las suyas y tienen un gran dominio. Si lo logran ‘encaletar’ en suelo venezolano, será imposible para las autoridades colombianas traerlo de regreso.
El secuestro es uno de los delitos más abominables, por lo que todo el país entero debe expresar su rechazo público a esta práctica, que lamentablemente ha tenido un incremento durante los últimos meses. De parte de la sociedad colombiana, no puede haber titubeos a la hora de repudiar estos hechos, sean los autores que sean o persigan los propósitos que sean.
En el Huila, muchas familias –por cuenta de la entonces guerrilla de las Farc– saben el horror que representa un secuestro no solo para la víctima sino para su entorno. Además del repudio, el secuestro merece el máximo castigo para sus autores.