La propuesta que presentó el líder de las Farc, alias ‘Timochenko’, de reanudar los diálogos de paz retomando la agenda del Caguán fue rechazada por el presidente Juan Manuel Santos. La propuesta que presentó el líder de las Farc, alias ‘Timochenko’, de reanudar los diálogos de paz retomando la agenda del Caguán fue rechazada por el presidente Juan Manuel Santos. Ex secuestrados rechazaron la petición. Reacciones en favor y en contra deja el ofrecimiento del guerrillero. LA NACIÓN, AFP El nuevo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Timoleón Jiménez alias ‘Timochenko’, lanzó una propuesta de diálogo directo al presidente Juan Manuel Santos, que enfrenta el gran escepticismo de los colombianos luego del asesinato en noviembre de cuatro rehenes de ese grupo rebelde, según analistas. El lunes pasado por la noche ‘Timochenko’ publicó un mensaje en el que propuso a Santos retomar la agenda del último proceso de paz, que se desarrolló en un área desmilitarizada de 42.000 kilómetros en la zona del Caguán y que fracasó en 2002. El conflicto armado de casi medio siglo en Colombia “no tendrá solución mientras no sean atendidas nuestras voces. Sin mentiras”, escribió el líder guerrillero en su mensaje. Pero el martes, Santos respondió tajante. “No queremos más retórica, el país pide hechos claros de paz. Que se olviden de un nuevo Caguán”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter. ‘Timochenko’, de 52 años, asumió la máxima comandancia de las Farc hace dos meses, luego de la muerte en un operativo militar de su antecesor, alias ‘Alfonso Cano’. Desde entonces, las Farc enfrentaron manifestaciones masivas de rechazo, luego de que cuatro de sus rehenes, tres policías y un militar cautivos desde hacía 12 años, fueron asesinados en medio de un choque con el Ejército. A esto respondieron con el anuncio en diciembre de la liberación unilateral de seis de los 11 rehenes militares y policías que aún tienen secuestrados. Reacciones de expertos Para el politólogo Alejo Vargas, catedrático de la Universidad Nacional, con su mensaje ‘Timochenko’ busca “reivindicar la intencionalidad política” de la guerrilla. “Pero la referencia a los diálogos del Caguán es lo peor que se le podía ocurrir”, dijo, al evocar que a partir del fracaso de esa experiencia, los sucesivos gobiernos de Álvaro Uribe (2002-2010) y Santos, adoptaron la estrategia de buscar la derrota militar de la guerrilla. “Si hubiera algún intento real de acercamiento sería reservado y no con comunicados”, aseveró. En tanto, Camilo Gómez, quien fue comisionado de paz del ex presidente conservador Andrés Pastrana durante la mesa del Caguán, declaró que antes de pensar en un diálogo “el primer punto es la suspensión del secuestro y de todas las actividades violentas”. “Toda esa dialéctica de ‘Timochenko’ no sirve si no hay un hecho concreto”, enfatizó. Un llamado similar hizo el presidente del Polo Democrático Alternativo, Jaime Dussán, quien sostuvo que “es urgente y necesario que la guerrilla dé mensajes, y uno de ellos es la liberación de todos los secuestrados. Las Farc, con unos 9.000 combatientes, mantienen cautivos a por lo menos 11 policías y militares que plantean canjear por sus guerrilleros presos. Desde 2008 han liberado de manera unilateral a 20 rehenes, entre políticos y uniformados, pero no han cesado en la práctica del secuestro. Para León Valencia, director de la Organización no Gubernamental (ONG) Nuevo Arcoíris, que analiza el conflicto armado colombiano, la muerte hace mes y medio de los cuatro secuestrados de las Farc “coloca un manto de pesimismo” sobre cualquier propuesta de negociación. Sin embargo, sostuvo que “el gobierno de Santos debe examinar con lupa las palabras de ‘Timochenko’, con quien creo que tiene la oportunidad de armar una interlocución directa”. “El comunicado muestra un sentimiento de desesperación y de encontrarse sin salida. ‘Timochenko’ busca una alternativa arriesgándose en una apuesta personal”, dijo Valencia. Meta de Santos Desde que asumió la presidencia en agosto de 2010, Santos ha reiterado varias veces su disposición a iniciar un proceso de paz con las Farc, si el grupo armado libera a los secuestrados, cesa el reclutamiento de menores y suspende los atentados. A la vez, Santos ha estado al frente de los principales operativos contra los jefes de las Farc. En 2008 era ministro de la Defensa cuando ordenó el bombardeo al campamento del entonces número dos de esa guerrilla, ‘Raúl Reyes’, abatido en ese operativo. En 2010, como Presidente, ordenó la acción militar en la que murió el entonces número dos Jorge Briceño alias ‘Mono Jojoy’, y en 2011 la que acabó con la vida del entonces jefe máximo de las Farc, ‘Alfonso Cano’. Ex secuestrados divididos Ante el anuncio de las Farc de retomar los diálogos de paz, los ex secuestrados se mostraron divididos ante el papel que debe tomar el Gobierno. Luis Eladio Pérez, que estuvo casi siete años en cautiverio a manos del grupo insurgente, calificó como “estúpido” el anuncio del grupo guerrillero. “Porque las Farc no han entendido que los colombianos ya no les van a seguir su juego de dialogar sin que haya cese de hostilidades o de liberar hasta el último de los secuestrados. Estas son las jugadas de pretender demostrar al mundo que tienen voluntad de paz. Esas son patadas de ahogado”, dijo Pérez. Por su parte Sigifredo López, quien estuvo secuestrado de igual forma por casi siete años y quien fue el único sobreviviente del asesinato de los diputados del Valle, explicó que es el momento de llegar a una solución política y negociada del conflicto en el país. “Estoy completamente convencido que es el momento propicio para una solución política, pues las Farc están debilitadas militar y políticamente. No se trata de eliminar al adversario lo más rápido que se pueda, sino de hallar una solución a la guerra y ponga fin al drama de los secuestrados”, dijo López. Hasta ahora el Gobierno que tiene la decisión de qué camino tomar, no ha dado respuesta a la carta de alias ‘Timochenko’ de retomar los diálogos de paz. Alias ‘Timochenko’ propuso al presidente Santos reanudar diálogos de paz, retomando la agenda del Caguán que comenzó en 1999 y terminó en 2002, de manera infructuosa.