Hoy se cumplen 38 años de la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19. Este hecho dejó más de 100 personas muertas.
Redacción Web/LN
Este 6 de noviembre se cumplen 38 años del asalto al Palacio de Justicia por parte de la guerrilla del M-19 ocurrido en 1985. El combate entre el grupo subversivo y el Ejército dejó cerca de 100 muertos entre magistrados, militares, policías, civiles y guerrilleros, además de varios desaparecidos. Un trágico hecho que dejó una huella imborrable en la historia del país.
Detalles
Hace 38 años el Palacio de Justicia fue el escenario de violentos combates entre el Ejército y el M-19, después de que ese grupo armado se tomó la sede y secuestró a magistrados, consejeros de Estado, funcionarios y visitantes; generando uno de los momentos más violentos en pleno centro de Bogotá.
En plena época de la crisis que dejó el narcoterrorismo en el país, la otra guerra se vivió en el corazón del poder de Colombia, cuando la guerrilla del M-19 se tomó el Palacio de Justicia, donde en ese entonces funcionaba la Corte Suprema y el Consejo de Estado, después de las tensiones que se crearon en medio del acuerdo que adelantaba el Gobierno del presidente Belisario Betancourt con ese grupo armado.
El 6 de noviembre de 1985 un comando de guerrilleros del M-19 ingresó al Palacio por el costado norte de la Plaza de Bolívar, a pocos metros de la casa Presidencial, el Congreso y la Alcaldía de Bogotá, para secuestrar a más de 300 personas, entre magistrados, funcionarios y visitantes, lo que ocasionó uno de los hechos más violentos que ha vivido el país.
La toma y retoma tuvo 28 horas de combates entre el Ejército y ese grupo guerrillero, dejando como saldo un centenar de personas muertas, 11 desaparecidas, de los cuales cinco fueron localizados con el paso del tiempo; y un sin número de cuestionamientos sobre lo que ocurrió ese oscuro 6 de noviembre.
Finalmente el 7 de noviembre de 1985, después de tres incendios y un absoluto caos ensordecedor por el sonido de las ametralladoras y los rockets disparados desde un tanque, las Fuerzas Militares y la Policía retomaron el control del Palacio de Justicia rescatando a ciudadanos que se encontraban dentro de la sede y que habían sido llevados a la Casa del Florero, donde se dio un nuevo capítulo de violaciones a los derechos humanos.