No tiene carta de presentación que el gobierno de Gustavo Petro esté planeando dos incrementos en las tarifas de los peajes en el lapso de mes y medio en todo el territorio colombiano.
Tal y como está redactado en el documento del proyecto de resolución que se publicó esta semana, el Ministerio de Transporte plantea un aumento para este fin de año que sería el del porcentaje del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 2022, es decir, el 13,12%. Y también prepara otro incremento que sería del 11% a más tardar el 16 de enero de 2024.
“Con el congelamiento del precio del Diesel y el de los peajes prácticamente no habrá incrementos de costos de transporte de carga y alimentos este año. Esta es una medida antiinflacionaria estructural”, escribió en sus redes sociales el presidente Petro a comienzos de este año cuando anunció como una gran noticia de su gobierno el congelamiento de los precios de los peajes. Muchos colombianos aplaudieron esa decisión. Sin embargo, lo que no dijo el jefe de Estado es que ese aumento de todas maneras se iba a hacer y que lo iba a hacer cerrando el 2023, adhiriéndolo con el del siguiente año. Muy seguramente, no hubiese despertado tantos aplausos porque en últimas lo que hizo fue ‘tapar un hueco abriendo otro’.
Si bien la inflación ha cedido, el costo de vida sigue siendo alto para ciudades como Neiva, en donde además los incrementos permanentes en el precio del galón de la gasolina –con el último incremento el galón ya supera los $15.000—‘derriten’ el dinero de los ciudadanos.
El debate de fondo es con que seriedad y profundidad el actual gobierno nacional está tomando sus medidas económicas para enfrentar la carestía. Cualquier decisión que impacte el bolsillo de los colombianos debe adoptarse pensando en el corto, mediano y largo plazo.