Escribir es la representación más cercana del pensamiento. LA NACIÓN ha recibido 38 cuentos infantiles y juveniles en el concurso ‘Cuántos cuentos cuentas’. Un intelectual liberal cuestionó la calidad de la educación en 1910.
Olmedo Polanco
“En las profundidades del Océano Pacífico se encontraba un animal cuyo nombre todavía no es descubierto. James Brave era un explorador de criaturas extrañas y exóticas. A los oídos de James llegó que había un lago que se apodaba como ‘Lago de la muerte’, James sin dudarlo le contó a toda su familia que se iban a explorar este misterioso sitio. ¡Suena genial! dijo su esposa ya que es una forma de compartir momentos juntos…” Así empieza ‘El misterio del lago’, el cuento escrito por la niña Rosana Mendivelso Rivera, estudiante en el Colegio Piaget, en Neiva.
Mathusalam Pantevis Suárez es profesor en la Universidad Surcolombiana, adscrito al Departamento de Psicopedagogía, de la Facultad de Educación. A propósito, me ha comentado que: “Leer a los niños y niñas implica una responsabilidad porque, por años, han sido invisibilizados por nosotras y nosotros los adultos”. Pantevis, editor de la Revista PAIDEIA Surcolombiana, amplía su comentario en los siguientes términos: “Aprobamos o desaprobamos los pensamientos, comportamientos, formas de hablar y de relacionarse entre sí las infancias y estos con los y las personas adultas”.
Entretanto, la profesora Cecilia Repizo Salazar, comenta que: “La escritura de obras de ficción estimula la imaginación creadora para expresar los pensamientos, emociones y sentimientos de los niños y los jóvenes en los procesos de formación en la vida y para la vida”. Cecilia trabaja en la cátedra de Literatura infantil y juvenil de la Universidad Surcolombiana desde 1979. Además, fundó la Biblioteca Juan Sábalo en la USCO.
El Comunicador social y periodista, Bernardo Alberto Peña Olaya, me ha compartido desde Cali sus impresiones. “Los participantes exhibieron una temática variada que va muy acorde con las tendencias de redes sociales y de videojuegos. Utilizan personajes del animé japonés y recursos de ilustración empleados en plataformas digitales. Abordan temas actuales como el suicidio juvenil, las drogas, la salud mental, los efectos del calentamiento global, entre otros”.
Las nuevas tecnologías de la comunicación me han permitido conversar sobre las narrativas infantiles con la también profesora y comunicadora social y periodista, Gina Marcella Jiménez Saavedra, que reside en Bogotá. “Este ejercicio de escritura de niños y niñas huilenses, presumo, ha comenzado con un trabajo en el aula de clase, acompañado de lecturas y de una escritura entusiasta que los ha llevado a salir de la zona de confort y a materializar en un cuento sus vivencias y sentires”, me ha platicado.
La colega Gina Marcella hizo que volviera sobre mis archivos digitales. En efecto, la Biblioteca General de la Universidad de Antioquia, conserva una copia mecanografiada de la conferencia leída en el Parque de la Independencia, por Luis Eduardo López de Mesa Gómez (Donmatías, 12 de octubre de 1884 – Medellín, 18 de octubre de 1967), médico de la Universidad Nacional de Colombia, Psiquiatra, político y profesor. Dijo en plaza pública, el primero de mayo de 1910 que: “Con relación a la instrucción, debéis dotarlo (al niño) según sus capacidades”. Más adelante, en su discurso, enfatizó: “No es la instrucción, sin embargo, el ideal de la educación moderna: es la cultura, es la preparación del cuerpo y del espíritu para una vida noble y fecunda”. López de Mesa llamó la atención del profesorado nacional en los siguientes términos: “…la educación del niño requiere condiciones excepcionales, que exigen hoy del profesor y del padre una vocación preparada”. (Cámara de Representantes. Fondo de publicaciones. Tomo XXVI. Colección Pensadores políticos colombianos. Educación del hijo del obrero. Págs. 27 a 33. Bogotá, 1980).
Los cuentos regionales contemporáneos
“Estaba a punto de abrir la puerta cuando recordé que mi madre en una ocasión me dijo que cuando me encontrara solo no le abriera a cualquiera. Estaba indeciso entre abrir o no abrir; ¿qué hacer?”. Es un aparte del relato: ‘Momento fuera de la realidad’, escrito por la niña Danny Camila Amorocho, estudiante en la Institución Educativa Las Toldas, sede El Mirador, en el municipio de La Argentina (Huila).
Gina Marcella Jiménez Saavedra escribió el libro de cuentos infantiles ‘Gato no muy gato o Medio-Gatón’, (Bogotá 2019). Considera que “Esta iniciativa del periódico LA NACIÓN, acerca la lectura y la escritura a niños y niñas”. Y agrega que la invitación a escribir “…pone en juego la vibrante imaginación que desborda los escritos de esta convocatoria y dan cuenta de la fuerza emocional que viven los pequeños y adolescentes huilenses”.
Así mismo, Martha Cecilia Andrade Calderón, docente catedrática e investigadora de la lengua, la literatura y el discurso, en la Universidad Surcolombiana, conversó conmigo esta semana. “Las personificaciones de animales, descripciones y metáforas están presentes y coadyuvan a la intensidad narrativa de cada cuento”, ha dicho. Con relación al concurso convocado por LA NACIÓN, afirma: “El concurso trae consigo un inmenso estímulo a la creación literaria juvenil y motiva hacia el buen leer y escribir, competencias tan requeridas y pertinentes para el desarrollo artístico y académico de los jóvenes”.
Las plumas juveniles
“Silvia solo quería recibir amor y cuidado. A causa de esto, Silvia tenía problemas existenciales, no era cariñosa, amorosa y empática. Pensaba solo en ella hasta que conoció a Alexander. Había tenido algunos novios, pero no había sentido algo tan real hacia alguien como aquel chico del que solo sabía su nombre. En aquel momento Silvia se quedó en su cuarto llorando hasta que se quedó dormida. Al otro día hizo todo lo correspondiente para irse a estudiar y no se despidió de su mamá…” Es parte de la narrativa de Yury Dayana Ortíz Rojas, en el cuento ‘Realidad fragmentada’. Participó a nombre de la Institución Educativa de Gallardo (municipio de Suaza, Huila).
El profesor Fernando Charry Gonzáles, es realizador de Cine de la Universidad Nacional de Colombia. Trabaja en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Surcolombiana. Evaluó un relato “…soportado en la estructura clásica del inicio, nudo y desenlace, pero desarrollado de manera creativa a través del uso y manejo de un adecuado lenguaje”. Agrega que “…su escritura acude a referentes literarios alimentados desde la memoria tormentosa de Juan. El personaje está debidamente construido y desde sus acciones se construyen los otros personajes de la historia”, incluidos “…los personajes de los ambientes escolar y de la calle”.
Maydi Nallely Charry Cedeño, estudia en la Institución Educativa Las Juntas (municipio de Santa María, Huila). Escribió el cuento ‘A través de mi mundo’. Citamos uno de sus fragmentos. “Tuve que pasar dos meses en el hospital y luego fui internada en un orfanato, el tiempo parecía ir más lento, las hojas no caían en otoño y la vida ya no tenía la misma alegría de antes. Eran muchas las personas que me rodeaban, pero aun así me sentía sola, me la pasaba sentada en un rincón contando los segundos en mi reloj como si nadie más existiera, como si todo lo que me rodeaba desapareciera”.
El profesor Mathusalam Pantevis Suárez, percibe que “Nuestras infancias huilenses creativas y perspicaces entregan en las letras de sus cuentos el alma y sus vidas”. Y agrega: “Nos muestran mundos otros, posibles de vivir y para ser felices. A pesar de los adultos, “…los niños y las niñas consiguen traspasar todos esos obstáculos y ser felices con sus héroes y monstruos; estos últimos requieren principal atención y deberíamos, nosotras y nosotros (adultos), intentar aprender de esas infancias para con-vivir en los mundos caóticos que creamos”. Para el profesor Rudber Eduardo Gómez, trabaja en el Colegio Anglo Canadiense, en Neiva. Para él, “Siempre será importante que nuestros niños y niñas expresen, imaginen y recreen sus mundos mediante el ejercicio de la palabra. Como género narrativo, el cuento les permite a los chicos y chicas significar sus realidades y ficcionalidades”.
Para finalizar, “No me gusta la educación que damos a los niños. Desde que nacen, los acallamos con el miedo del Diablo, haciéndoles así cobardes y supersticiosos; luego los castigamos con la mano y con el rejo, haciéndoles así sinvergüenzas y tímidos…”, ha dejado por escrito el exministro de Educación (1934-1935), Luis Eduardo López de Mesa Gómez, durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo). En el gobierno de Eduardo Santos, fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores (1938-1942).
LA NACIÓN agradece a las profesoras y profesores que diseñaron la evaluación e integraron el jurado que leyó y calificó las narrativas infantiles y juveniles. Son ellas y ellos: Martha Cecilia Andrade Calderón, Cecilia Repizo Salazar, Ángela Adriana Segura Pérez, Gina Marcela Jiménez Saavedra, Martha Isabel Barrero Galindo, Mathusalam Pantevis Suárez, Bernardo Alberto Peña Olaya, Rudber Eduardo Gómez, Benjamín Alarcón Yustres, José Yezid Morales y Fernando Charry González.
