Luis Federman Guarnizo Scarpetta, subintendente de la Policía Nacional, con 20 años de servicio, no olvida su pueblo natal, Saladoblanco, Huila, en donde sus padres Carlos Quinto Guarnizo y Trinidad Scarpetta, campesinos que junto a sus siete hermanos les inculcaron el amor por el trabajo, el respeto, la unidad familiar y las artes. La decisión de ingresar a la Policía le abrió otros caminos en su vocación por las artes. Esta es su historia.
Hernán Galindo
Luis Federman Guarnizo Scarpetta, subintendente de la Policía en donde lleva 20 años, nació en el municipio de Saladoblanco en el sur del Huila; “yo me desempeño como perito en arte forense de la Dirección de Investigación Criminal DIJIN, cargo que desempeño en la Seccional de Investigación Criminal del Huila”, relata.
Y continúa: “Vengo de una familia campesina, papá agricultor, Carlos Quinto Guarnizo, y Trinidad Scarpetta, mamá, también colaboradora en la casa. Los estudios básicos primarios, los realicé en la vereda El Neme del corregimiento de La Cabaña de Saladoblanco, tierra cafetera con un clima muy agradable, muy rico.
“Soy el menor de 8 hijos, hombres todos y mi escolaridad primaria fue en esa vereda, donde cursé hasta el grado quinto, posteriormente hice el grado sexto en un colegio que queda en una vereda aledaña; por cosas de la vida y el destino me trasladé a la ciudad de Villavicencio donde viví y compartí con mis hermanos mayores que me dieron la oportunidad de trabajar y de estudiar”.
Sigue relatando: “Trabajaba en una miscelánea con mi hermano William, que me dejaba vender figuras que hacía en Icopor. Mis hermanos, William, Jonson , Chato y Nely, que vivían en Villavicencio, me enseñaron a trabajar, me inculcaron el respeto, la honradez y a seguir estudiando, trabajaba de día y estudiaba de noche, en el colegio centro cultural de Villavicencio”.
La vocación por dibujar, por el arte, la vivió desde niño, dice, esa inquietud por el arte, por la creación, por reproducir cosas, por pintar, por hacer manualidades, nace, básicamente, desde tercero y cuarto de primaria y recuerda que hacía trompos porque su papá no tenía los recursos para comprarlos.
“Además de trompos con mis hermanos, hacíamos manualidades de madera como cofrecitos, y otras cositas y los dibujos de la escuela los pintaba, esa vena viene de mi mamá Trinidad Scarpeta, quien también tenía disposición para el dibujo”.
La Policía
El ingreso a la Policía, para Luis Federman Guarnizo Scarpeta, es una oportunidad de vida y una decisión que tomó gracias al consejo de su hermano William y de su esposa Yolima. Le dijeron: “métete a la Policía, porque no buscas la Policía, eso es bueno”, lo pensé un par de días y tomé la decisión, primero pagué servicio como auxiliar regular, me presenté en Villavicencio, en la escuela Eduardo Cuevas, de ahí me trasladaron luego de izar bandera, para el departamento de Nariño donde trabajé en Pasto y luego trabajé en otro municipio llamado La Llanada, donde terminé mi servicio militar como auxiliar regular”.
Y agrega: “Aunque viví momentos difíciles, fue otro proceso de aprendizaje, aprendí muchísimo sobre el respeto por los compañeros, el amor por la familia, valorar la casa, la comida. Entonces, me dije: si yo pude con el servicio militar, yo puedo seguir en la Policía como profesional y tomé la decisión de seguir, afortunadamente también conté como siempre con el apoyo de mi familia, mi mamá, mi papá, mis hermanos, todos me ayudaron y aportaron para ese gran sueño que se convirtió en ser profesional de la Policía”.
Otro recuerdo que tiene Luis, es el de Robert Cárdenas en Villavicencio, que tenía un taller de publicidad, le enseñó del arte y el dibujo, era un excelente pintor, y le enseñó muchas técnicas cuando vio que tenía talento para el dibujo y para el arte, con el tiempo fue perfeccionando esas técnicas que él le enseñó. Ese fue el momento previo a ingresar a la Policía.
“Al ingresar en la institución policial, decido hacer una pausa en el tema del arte, para poder concentrarme en la carrera, sacar buenas calificaciones, pero dentro de la Policía también me dieron una oportunidad para participar en eventos que hacían con la comunidad, tuve la oportunidad no solo de participar, sino de organizar eventos con niños, algunas fiestas, siempre con la comunidad, esto fue en la escuela de Vélez, Santander”, rememora.
Tiene un especial recuerdo para la celebración del día de la madre, en la escuela en donde adelantaba sus estudios como policía profesional; hizo una pancarta gigante, una especie de mural, alusivo a las madres, “era una pancarta hecha en cartulina, pegamos cartulinas, hice dos rosas y un mensaje para la mamá, todo utilizando las técnicas que había aprendido”.
Camino a técnico forense
Dentro de la Policía, después de cuatro años de ser profesional de la Policía Nacional, haber estado en otros grupos operativos, llega a la SIJIN a seguir dibujando, seguir practicando, esto en sus tiempos libres, hacía retratos y es cuando conoce la técnica del retrato hablado.
“Me enfoqué en eso y entonces en el 2008 llego a la Sijin en el Caquetá; inicio trabajando como investigador, pero siguiendo con el tema del arte, ya para el 2010 hago un diplomado de arte forense o de retrato hablado en investigación criminal en la escuela de Investigación Criminal de Bogotá, ahí ya fue enfocado a la investigación, al apoyo a las investigaciones judiciales que tienen que ver con el esclarecimiento de los delitos”, añade.
Su regreso al Huila, se da después de 16 años laborando en el Caquetá, en donde comenzó a construir su familia, junto a su esposa Paola Trujillo, médica forense del Instituto de Medicina Legal. Hace 12 años, se casaron por la Iglesia Católica y fruto de esa unión tienen dos hijos, Santiago de 10 años y Amelia de 4 años.
Su esposa es trasladada a Garzón, hace la gestión dentro de la institución para un traslado que se da para el 2021. Ya en el mes de marzo de 2022, llega al departamento del Huila y gracias al comandante de la Seccional de Investigación Criminal de ese entonces, mayor Rivera, tuvo a bien dejarlo en el mismo municipio a donde había sido trasladada su señora y eso significa seguir con el apoyo familiar, tener el núcleo familiar cerca, poder ver crecer a sus hijos, y llega al departamento de Huila se radica en el municipio de Garzón en donde labora actualmente.
En ese camino como técnico forense, Luis se ha reencontrado con el arte, con sus dibujos, sus pinturas y de paso ha ensayado nuevas técnicas. En ese proceso se encontró con una nueva técnica que están empleando para hacer retratos hablados con base en el café.
“Lo artístico lo he mantenido como Hobby para mis ratos libres; inicio revisando nuevas técnicas viendo tutoriales en YouTube, en Facebook, en Instagram y demás redes y es cuando veo la técnica de café, que me llama mucho la atención, a raíz de eso hago unas pruebas con diferentes tipos de café instantáneo y para pintar sobre diferentes bases, ya sea madera, lienzo, papel y descubro que el papel acuarela, es el más adecuado teniendo en cuenta que el café se diluye en agua, el papel acuarela, resiste al agua, es absorbente y no pierde la firmeza, no pierde la forma”, afirma.
Comienza a desarrollar la técnica del café que tiene su momento cumbre en una convocatoria que hizo este año 2023 la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, la Dijin, cuando estaba como directora la general, Olga Patricia Salazar, para exaltar la Dirección de Investigación Criminal a nivel nacional y quiere también exaltar el arte.
“Para conmemorar el aniversario número 70 de la institución hacen una convocatoria nacional invitando a todos los artistas de arte forense de la técnica a nivel nacional; somos aproximadamente 35 artistas, nos piden dibujos artísticos y dibujos de retrato hablado para ver la calidad de artistas que somos”, explica.
“Presenté la técnica como una de las opciones para realizar las obras que quedaron en la galería, en la celebración de los 70 años de la DIJIN, tuvo una gran acogida, gustó mucho, tanto a los compañeros como a los jefes y al público asistente, lo que me vale para ser invitado especial al primer encuentro de mujeres policías de Iberoamérica con sede en Bogotá, donde la técnica igualmente tuvo una gran acogida, allí se hizo el logo del evento, el que fue obsequiado de manera especial a la anfitriona, mi general Sandra Hernández”, relata.
Finalmente, Luis manifiesta que le quedan cinco años para pensionarse en la Policía y que el arte es uno de los más importantes llamados que ha tenido en su vida; “es una vocación, es un camino que espera seguir”, no sin antes reconocer que una institución como la Policía le ha dado la oportunidad de crecer, de desarrollarse como artista, le han reconocido su talento. “Una vez me pensione me voy a dedicar al arte y al derecho, mi otra carrera que es algo que me gusta muchísimo”, dice.
Y a manera de resultados obtenidos, con orgullo del deber cumplido, cuenta cómo a través de la técnica del retrato hablado, se logró hace poco la identificación, captura y posterior judicialización del indiciado en el crimen de un caficultor en el municipio de Pitalito. “Gracias a la técnica de mano alzada y a un buen testigo logré elaborar el retrato hablado que significó la prueba para resolver el caso reciente del asesinato de un caficultor en Pitalito”, finaliza.