Está a punto de partir desde Buenaventura la X Expedición Antártica de Colombia, que llevará a un grupo de científicos colombianos al denominado continente blanco, para adelantar las actividades en campos de proyectos científicos de 13 instituciones. Santiago Bolañoz Barrera, un huilense hizo parte de la preparación de esta expedición, cuenta detalles de la puesta a punto de los científicos y personal que viaja, en los que se incluyen cuatro huilenses. Esta es la historia.
Hernán Galindo
Santiago Bolañoz Barrera, de 23 años de edad, realizó su primaria en el sur del departamento y terminó sus estudios secundarios en el Colegio Empresarial de los Andes en Neiva. Luego viajó a Bogotá en donde estudió Relaciones internacionales y Estudios Políticos en la Universidad Militar Nueva Granada de la capital colombiana.
“Me gradué del colegio empresarial de Los Andes de Neiva en el año 2016 y en busca de un crecimiento profesional y personal, me trasladé a la ciudad de Bogotá, donde cursé mis estudios de pregrado en la Universidad Militar Nueva Granada”, recuerda.
Una vez terminados los estudios, se vincula a la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Colombiana del Océano, que tiene la función y la responsabilidad de articular y asesorar desde la intersectorialidad al Gobierno Nacional en los asuntos relacionados con el océano y en el marco de la Secretaría Ejecutiva existe el Programa Antártico Colombiano, dirigido actualmente por el Capitán de Navío Juan Camilo Forero.
Allí es donde actualmente, Santiago presta sus servicios como asesor en asuntos antárticos e internacionales.
En ese orden de ideas, relata que la Antártica, es un continente que se encuentra regulado por muchos instrumentos jurídicos internacionales, “es un marco que conocemos como el sistema del Tratado Antártico y parte de la labor que realizo dentro de la Secretaría Ejecutiva y para el Programa Antártico Colombiano se relaciona con dicho sistema”, afirma.
Santiago cuenta que Colombia desde el año 2014 ha realizado expediciones ininterrumpidas en este continente, con el apoyo de la Armada Nacional, la Dirección General Marítima, la Fuerza Aeroespacial Colombiana, las universidades y los centros de investigación, “es un continente que, a pesar de sus maravillas, nos permite comprender cómo Colombia se entendería en un escenario de cambio climático”, expresa.
Sobre su entorno familiar, refiere: “la vinculación con el departamento ha sido histórica; parte de su familia reside en Neiva, Pitalito y en Saladoblanco, en el sur del departamento. Mis padres se desempeñan en labores relacionadas con el agro y en el sector de la infraestructura. Hace poco, mi hermano se graduó como Ingeniero Agropecuario y se encuentra ejerciendo en el departamento. La vinculación de mi familia con el departamento ha sido histórica y es muy constante”, dice.
La Expedición Antártica de Colombia
“En este momento se está adelantando la Décima Expedición Antártica de Colombia, que es una expedición que marca un hito y un derrotero de las actividades científicas de Colombia; son 10 años en los cuales nuestro país, no ha parado de hacer investigación científica”, agrega Bolañoz.
El asesor huilense destaca la importancia de la expedición por ser a un continente que es tan frágil y que tiene muchas de las condiciones climáticas del futuro ecológico, lo que lo convierte en un referente global para la investigación de cara a los escenarios de cambio climático.
Añade que la X Expedición va a tener la participación de tres componentes. La participación de una campaña marítima, que está a cargo del ARC “Simón Bolívar”, buque de investigación perteneciente a la Armada Nacional y a la Dirección General Marítima y que con sus capacidades permitirá avanzar en el conocimiento de la ciencia antártica, asimismo, habrá participación de un vuelo de la Fuerza Aeroespacial que permitirá el cruce, transporte y el apoyo en cooperación internacional, tanto para el Programa Antártico Colombiano como a los Programas Antárticos de los demás países.
“Tendremos también un componente de cooperación internacional que a través de labores que realizamos con todo el equipo del programa Antártico Colombiano, conseguimos que otros colombianos realicen sus proyectos de investigación en las bases que existen en la Antártica”, asegura.
Y continúa: “Hay bases que permiten desarrollar múltiples áreas del conocimiento a nivel científico y parte de lo que nosotros hacemos es lograr estas plazas para que colombianos puedan realizar residencias de investigación allá. Esperamos que un estimado de 10 proyectos puedan ser desarrollados bajo esta modalidad”.
En esta oportunidad respondieron a la convocatoria 43 investigadores de 18 proyectos de investigación que hacen parte o que son transversales a todas las áreas del conocimiento, que están enfocados hacia la biodiversidad, a comprender, por ejemplo, la relación que tenemos en Colombia a través de los mamíferos marinos. Otros proyectos están enfocados hacia la meteorología o investigación Aeroespacial; también habrá proyectos encargados de comprender la presencia de micro plásticos, así como, del estado de la flora y la fauna que se encuentran en el continente antártico.
La preparación
Aunque son integrantes de las tripulaciones, como el caso de los cuatro huilenses que hacen parte de la tripulación del ARC “Simón Bolívar”, los científicos y cada uno de los participantes debe realizar un entrenamiento y preparación especiales.
“En los diferentes cursos pre antárticos que se realizan, que son cursos desarrollados en conjunto con la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” , se prepara a la tripulación y a los investigadores que van a participar de la expedición para que ellos conozcan, el contexto geográfico, las condiciones climáticas a las que se van a enfrentar y sumado a ellos para que conozcan las cosas que se pueden y que no se pueden hacer, como por ejemplo si una persona se puede acercar a un pingüino, una foca o un león marino”, aporta Bolañoz.
La preparación no se hace solo a nivel físico o a nivel de adaptación al clima, como se puede pensar para las personas que venimos de territorios de 35 grados constantes, sino que también es a nivel psicológico, una preparación hacia la conciencia situacional del espacio en el que nos encontramos, así como de sus riesgos.
Respecto a la adaptación al clima, se ha tenido en cuenta la experiencia de países que tienen larga data en las expediciones antárticas, caso Argentina o Chile, que tienen expediciones desde del siglo pasado.
“Los partícipes de la Expedición tienen una indumentaria polar que permite sobrellevar las condiciones climáticas adversas y restrictivas, que de una u otra forma afectan a todas las personas, pero en mayor medida a los que somos de tierra caliente. Es un vestuario que, usado correctamente, va a conservar una temperatura adecuada para el cuerpo”.
La travesía
“La duración de la travesía es relativa si se tiene en cuenta que es un mes aproximadamente para llegar hasta Punta Arenas en Chile, en donde se realizan las coordinaciones finales para zarpar hacia la Antártica, luego es cerca de un mes realizando actividades científicas en Antártica y un mes nuevamente regresando al territorio colombiano”, comenta Santiago con relación al trayecto del buque ARC “Simón Bolívar”.
Agrega que cuando los investigadores se quedan haciendo residencias, pueden durar entre 20 a 30 días realizando actividades científicas dentro de las bases de los países que tienen esa capacidad allá.
“El tema de la dieta varía bastante, la necesidad de calorías se hace constante ante las condiciones climáticas. Sumado a ello, para esta temporada nos encontramos en el verano austral, fecha en donde las puestas del son no son muy comunes en el Continente, lo cual puede generar afectaciones en el ciclo circadiano, relacionado ante todo con el ciclo del sueño, pese a ello la tripulación y los científicos van preparados para sortear esas dinámicas”, añade.
Para el caso de la zona horaria, no varía mucho en tanto se tienen como referentes las zonas horarias de los países del Cono Sur.
Para el caso puntual de Colombia que realiza las actividades de investigación científica, a bordo del buque, su objetivo es mantener un paso a paso, preservar una rutina para que el cambio del ciclo circadiano no sea tan fuerte, tanto para la tripulación como para el personal de investigadores a bordo.
“Los investigadores tienen que realizar una preparación que, podríamos decir, es a nivel teórico-práctico, otros componentes como, por ejemplo, para realizar actividades de buceo en aguas polares, se realizan con países que han tenido una relación bastante fuerte para el desarrollo de estas actividades en el continente antártico, pero las mismas dependen de las necesidades y los contextos”, sostiene.
Quienes pueden participar
Para realizar proyectos de investigación en el continente blanco, lo que se necesita, es que las personas estén cursando o hayan culminado estudios de posgrado, lo que genera un retorno investigativo a nuestro país; también los resultados de las investigaciones contribuyen a responder a los grandes interrogantes de los científicos del mundo, también al nivel de preparación académico.
“En este momento, está abierta la convocatoria para 11° Expedición Antártica de Colombia”, indica Santiago.
Además, expone que, ante las condiciones climáticas, se recomienda la no participación de personas con dificultades respiratorias, es un continente donde las condiciones de frío son bastante extremas y en cualquier momento las situaciones respiratorias se pueden ver afectadas, son personas que van a estar limitadas para desarrollar actividades científicas.
Además, no es necesaria una preparación militar; el continente tiene una dedicación exclusiva a la ciencia y la paz, ya que parte de la investigación científica que hace Colombia está en manos de investigadores que pertenecen a centros de investigación y a las universidades de nuestro país. “Sin embargo, la Armada, la Dirección General Marítima y la Fuerza Aeroespacial, gozan de rol dual en tanto realizan investigaciones científicas y facilitan las actividades que Colombia va a realizar, esto, a través de las plataformas y capacidades que tiene nuestro país”, dice Bolañoz.
Finalmente, Santiago, aunque no ha viajado, es parte de la expedición y espera algún día ir al continente que, tanto referencia, es algo que considera un privilegio, más en su caso que apoya permanentemente este trabajo científico.
El interés que tiene Colombia por el continente blanco es un interés, netamente científico, es básicamente comprender, como lo que ocurre en Antártica, nos afecta a nosotros como colombianos y colombianas, como afecta nuestros ecosistemas, pero también, nosotros afectamos ese continente. Ese ha sido el interés del Estado colombiano históricamente desde el 90 cuando, Colombia empieza a participar de manera mucho más activa en el Sistema del Tratado Antártico.