Los municipios de Garzón y Campoalegre, a cargo de sus respectivos alcaldes, han tomado la decisión de prohibir el consumo de sustancias alucinógenas en parques y sitios públicos y es entendible ya que es fundamental garantizar el bienestar y la seguridad de la ciudadanía, especialmente de los niños y jóvenes.
Y es que esta medida refleja una preocupación legítima por mantener un entorno sano y seguro para la comunidad. Además el objetivo primordial es promover el bienestar de los ciudadanos que buscan disfrutar de espacios libres de contaminación.
Con esta prohibición, se busca prevenir problemas de salud pública y promover prácticas saludables en la sociedad. Es importante que los ciudadanos respeten estas normativas y contribuyan al cuidado y la seguridad de su comunidad.
Está medida además cobra mayor importancia cuando de proteger los espacios públicos donde los niños y jóvenes puedan disfrutar de ellos sin estar expuestos a actividades nocivas. “El único propósito es que volvamos a recuperar los espacios para nuestro municipio. Son espacios para el discernimiento, para la familia y que sean de convivencia ciudadana”, expresó el alcalde de Garzón, Francisco Calderón.
La preocupación del mandatario se basa además en el alarmante consumo de sustancias alucinógenas entre los jóvenes entre los 14 y 20 años de edad, y la identificación de siete puntos críticos donde el expendio y distribución de sustancias psicoactivas es diario.
Sería positivo que las administraciones municipales consideren la implementación de programas educativos y de prevención para abordar el consumo de sustancias en la comunidad, con el objetivo de ofrecer alternativas saludables a quienes puedan estar lidiando con problemas de adicción.