Una de las muchas noticias con las que amaneció ayer el país fue con la decisión del gobierno de Gustavo Petro de prorrogar por otros 6 meses el cese al fuego “bilateral y temporal de carácter nacional” con el Estado Mayor Central, EMC, de las Farc, como se autodenomina la facción de las disidencias de la antigua guerrilla de las Farc al mando de alias ‘Iván Mordisco’. Eso quiere decir que las Fuerzas Militares no podrán desarrollar acciones militares contra este grupo ilegalmente armado hasta el próximo 15 de julio.
Concretamente, el decreto 0016 del 14 de enero de 2024, firmado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, ordena “la suspensión de operaciones militares ofensivas y operativos policiales, así como de los actos contrarios a lo establecido en el Protocolo de Reglas y Compromisos acordado entre las partes en la mesa de diálogos de paz”. Según el documento, “los acuerdos y protocolos firmados con el EMC y los que se suscriban en la mesa de diálogos de paz referidos al cese el fuego bilateral son de obligatorio cumplimiento”. También señala que las partes podrán acordar nuevos objetivos del cese el fuego bilateral de carácter nacional y temporal “dirigidos al fortalecimiento de proceso de paz, la profundización de las transformaciones territoriales y el reemplazo de las economías ilícitas, la protección del ambiente, la participación de la sociedad y la protección humanitaria de la población civil.
Llama la atención que el gobierno Petro prorrogue un cese al fuego cuando en regiones como el Huila las disidencias de ‘Iván Mordisco’ continúan con sus acciones violentas contra la población civil. Este grupo no ha parado de cometer homicidios y masacres, extorsiones, desplazamientos forzados, confinamientos y reclutamiento de menores. Cada vez que quieren, los disidentes desafían la institucionalidad y demuestran que tienen dominio territorial en varios pueblos huilenses.
Es urgente que el gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, y los nuevos alcaldes hagan valer la voz de la región y, unidos, no permitan el fortalecimiento y expansión de las disidencias.