Ha sido esta semana una buena noticia la leve recuperación que registró al cierre de 2023 el mercado laboral de la capital del Huila, que ha sido una de las ciudades del país más golpeadas por la inflación, los permanentes incrementos en el precio del galón de gasolina y otros factores.
Como se sabe, la cantidad de personas buscando empleo o ‘camello’ en Neiva bajó de 18.000 a 16.000 individuos. De esta manera, la tasa de desocupados para el trimestre móvil octubre – diciembre descendió del 11,4% al 10,1% en la capital opita que, además, se ubicó por encima de la media nacional de las 23 ciudades y áreas metropolitanas estudiadas por el Dane.
El empleo entre octubre y diciembre mejoró gracias a los puestos de trabajo que generaron actividades económicas como: las industrias manufactureras; suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos; comercio y reparación de vehículos; transporte y almacenamiento; y actividades profesionales, científicas, técnicas y servicios administrativos. Pero, también hubo algunas donde se destruyeron, como: explotación de minas y canteras, alojamiento y servicios de comida, actividades financieras y de seguros.
Si bien cualquier recuperación del mercado laboral es plausible, hoy más que nunca el sector público y privado huilense debe insistir en la preservación del empleo formal, la creación de nuevos puestos de trabajo y la inversión como prioridades. Cualquier descuido o signo de relajamiento puede ‘disparar’ el desempleo.
El alcalde de Neiva German Casagua y el gobernador del Huila Rodrigo Villalba Mosquera como líderes de la región están llamados a monitorear permanentemente el comportamiento del mercado laboral para dirigir sus políticas, programas y estrategias hacia las actividades económicas que lo requieran. Deben tener claro que ellos también tienen en sus manos la posibilidad de contribuir a derrotar el desempleo, agilizando y ejecutando, entre otras cosas, los planes de inversión pública, apoyando el sector privado y dándole una mano al emprendimiento.