La capacidad estratégica de un país se mide en la velocidad de reacción ante una amenaza de manera efectiva y oportuna. Esta capacidad abarca varios aspectos:
Un país con una capacidad militar sólida, incluyendo fuerzas militares bien entrenadas, equipadas, coordinadas y con moral combativa, está mejor posicionado para enfrentar amenazas militares internas y externas.
La capacidad para recopilar, analizar y utilizar información de inteligencia es crucial para identificar y evaluar amenazas potenciales, lo que permite una respuesta anticipada y adecuada.
Un país con instituciones sólidas, una sociedad cohesionada y una infraestructura resiliente es más capaz de resistir y recuperarse de amenazas internas y externas, como desastres naturales, conflictos internos o ataques terroristas.
Un país con mecanismos eficientes de toma de decisiones y capacidad para movilizar recursos rápidamente puede responder de manera más efectiva ante emergencias y crisis.
En resumen, la capacidad estratégica de un país se evalúa en poder para anticipar, detectar y responder de manera efectiva a una amplia gama de amenazas, ya sean de naturaleza militar, económica, política, ambiental o humanitaria. Una combinación equilibrada de recursos militares, de inteligencia, diplomáticos y de resiliencia interna es fundamental para fortalecer esta capacidad estratégica.
Por otra parte, aterricemos lo mencionado con anterioridad a la realidad, los poderes que desequilibraron el conflicto en Colombia fueron, la inteligencia dominante, la superioridad aérea y las fuerzas especiales.
En cuanto a la inteligencia, salieron de la línea de mando militares expertos en temas de inteligencia y contrainteligencia por ir en contra de intereses personales, más no institucionales y menos de interés nacional para el bienestar del Estado de derecho, vaya uno a saber tratando de favorecer a quien.
El empleo inadecuado de tropas de fuerzas especiales en operaciones de control militar de área en Segovia, Antioquia, da la lectura que no hay objetivos militares de alto valor estratégico que permitan desequilibrar el conflicto nuevamente.
La obsolescencia de la aviación militar con los aviones Kfir, los helicópteros MI-17, la falta de mantenimiento de los aviones C-130 que no se pudieron emplear en la extinción de incendios forestales, gran parte de la flota de helicópteros UH-60 en tierra por falta de mantenimiento y la pérdida de dos de estas aeronaves en este mes de febrero deja muchas dudas. ¿Serán hechos aislados?
Para rematar nuevamente expulsan tropas del Ejército en Caldono Cauca y un retén guerrillero en Jamundí Valle a una caravana ciclística. Requerimos, de manera urgente e inmediata, revisar bien la voluntad de paz de los grupos insurgentes, combatir la corrupción institucional, los mecanismos de prevención del delito y la política de seguridad multidimensional del Gobierno Nacional, si es que existe. ¡Palabra de espartano!