Santiago Saavedra Barbosa, biólogo huilense de la Universidad Nacional, ha sido noticia por su trabajo de tesis de grado orientado por el profesor Luis Carlos Montenegro, en el que a partir de microalgas desarrolló un potente antioxidante que puede ser utilizado en la farmacología y en la industria alimenticia. Santiago le contó a LA NACIÓN su interés por la investigación, la biología y su vida en el camino de la ciencia. Esta es su Historia.
Hernán Galindo
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Para Santiago Saavedra Barbosa, no ha sido difícil ingresar en el camino de la ciencia y la investigación, ya que desde niño ha estado rodeado de motivación permanente de parte de sus padres, Armando Saavedra y Martha Lucía Barbosa, los dos de profesión arquitectos y además egresados de la Universidad Nacional en donde Santiago está a punto de graduarse como biólogo.
Este joven nacido en Neiva en el año 2000, no olvida su paso por las aulas de los colegios Claretiano y Anglo Canadiense en la capital del Huila. Es el menor de tres hermanos, por lo que también ha recibido el ejemplo y motivación de sus hermanos Daniel, de profesión arquitecto con un interés por el desarrollo de la región en el campo del turismo, y Paulo, médico cirujano.
Santiago tiene claro como se lo ha inculcado su padre que la educación es la mejor inversión a largo plazo y con base en todo lo que lo ha rodeado en especial el interés por la ciencia y la cultura.
“Mis padres y mis hermanos y la familia siempre me han apoyado en el tema que me ha gustado: la ciencia. Siempre me han interesado los animales, mis juguetes fueron los dinosaurios, siempre me ha gustado el tema de la ciencia, me interesó la veterinaria, la paleontología y también me llamó la atención estudiar psicología; siento que se me van bien con las humanidades, entonces, por eso también me interesó”.
La biología
Ya en el momento de tomar la decisión de elegir una carrera y con la posibilidad de ingresar a varias universidades, entre estas la Universidad Nacional de Colombia, optó por la biología.
“Como escuchaba que en el país no se aporta mucho en la ciencia, me dije: vamos a buscar la manera de que se pueda aportar, que se pueda mejorar, que se pueda desarrollar aún más la ciencia en un país como Colombia, y es cuando me decido por la biología, estaba en décimo y once y opto por la Universidad Nacional”.
Al principio no se enfocó directamente en la investigación, sino que se dedicó a adquirir conocimiento en distintas materias, tanto de biología como en otras asignaturas, relató Santiago, quien dijo que además quería vivir y adaptarse al ambiente universitario y en especial por la expectativa que le generaba la Universidad Nacional de la que son egresados sus padres.
“Siempre me comentaron que es una universidad muy llena de cultura, que se puede ir a ver distintos eventos culturales, música, la Filarmónica, teatro, cine e incluso las charlas que se dan en los pasillos y cuando hay paros, entonces, al inicio no estuve tan enfocado en la investigación, además estaba el proceso de adaptarme a Bogotá”.
El camino a la investigación se abre después de la pandemia, según Santiago, siempre con el apoyo de la familia; “superé esa etapa, tuve que ver clases virtuales y después es cuando decido hablar con el profesor Luis Carlos Montenegro y le doy a conocer el interés de hacer parte de sus grupos de investigación”.
El profesor le sugiere que adquiera algunas experiencias. Decidió empezar a ver materias relacionadas con el tema de las algas. Le interesaron las algas por el tema biotecnológico que da la posibilidad de aprovechar estos maravillosos organismos; “yo le escribo al profe y le pregunto que si dentro de sus proyectos de investigación de la Universidad Nacional tiene uno que tenga que ver con el cultivo de algas; el profe me indica que tiene un proyecto de cultivo con la especie que estuvimos trabajando que es la Haematococcus lacustris o aparece también como Haematococcus pluvialis”.
Los beneficios de microalgas
Además de la posibilidad de utilizar el antioxidante que se produce a partir de esta alga, en la industria de la medicina para producir fármacos y en la industria alimenticia, lo que quieren es incentivar la investigación.
“Queremos principalmente incentivar la investigación, comunicarnos con los medios, hacer más visible que la ciencia en Colombia es necesaria principalmente para el desarrollo y, en segundo lugar, seguir realizando la investigación con esta especie; esta microalga para llegar a producirla en gran escala y contactar personas que estén interesadas en este proyecto para realizarlo en a gran escala o invertir en financiación para seguir investigando”.
“La microalga produce una sustancia que es muy buena para la salud humana, la producción es de manera natural, entonces, permite que pueda ser usada en varias industrias, por eso nuestro interés actualmente es hacer una producción tan limpia y tan buena que sea usada en farmacología principalmente en medicinas”.
Santiago Saavedra contó además que el alga también puede ser usada en cosmética y en alimentación; “hoy en día en el mundo ya se está trabajando estos temas, ya se tienen productos, pero queremos que acá en Colombia se empiece a hacer, queremos intentar liberar estas investigaciones y también en un futuro mediano o a largo plazo, lo que sería la industria de la producción de esta sustancia de manera, natural utilizando microalgas”.
“En este momento, estamos en revisión de los temas de cara al grado, pero lo que queremos ahora, es presentarnos ante un Congreso de Botánica, para exponer la investigación y darla a conocer ya que el laboratorio sigue trabajando en distintos temas”.
Ya en lo personal, Santiago piensa en comenzar un posgrado y en el caso que alguien o alguna entidad estén interesados en trabajar estos temas, en financiarlos como proyectos, poder dirigirlos.
Otra posibilidad que analiza es una especialización o una maestría en temas relacionados con la biotecnología siempre enfocada en seguir esta investigación y en la producción de esta sustancia.
Este opita hasta la muerte, así se declara, está enfocado en seguir sus proyectos con posibilidades de retornar a la tierra en la que nació por ahora en vacaciones y en las temporadas tradicionales, pero a futuro poder aplicar lo aprendido para el desarrollo de su región.
En sus viajes a Neiva, lo que más disfruta es compartir con su familia, que es muy unida, como lo manifestó Santiago Saavedra, y además el calorcito, no solo del clima sino de la gente; “lo hablaba hace poco con un amigo, el opita es muy cálido”, comentó.
Disfruta además comer pescado, el asado tradicional que le recuerda el San pedro, llegar y que haya abundante comida y abundancia de felicidad, siempre con los amigos y en familia, rememora este joven investigador.
Trabajando con las uñas
Sin perder el entusiasmo y motivado más por su interés por la ciencia y la investigación, Santiago Saavedra descubre una realidad que muchos no imaginamos por estar vinculado a la Universidad Nacional y al centro de investigación de la misma.
Pero la situación es bien distinta, el trabajo lo han realizado de manera rudimentaria; “los costos de producción en esta industria son efectivamente altos porque se requiere un laboratorio con instalaciones especializadas, se requieren materiales reactivos y es a esto cuando me refiero al tema de la financiación”.
Y se preguntó, “¿En Colombia qué es lo que cuesta? El tiempo de la persona también cuesta y cuesta mucho, pero el tema son los laboratorios, los reactivos, las instalaciones literalmente se nos caen, por eso queremos dar a conocer la falta de recursos”.
Aprovechó para decir que algunos edificios de la Universidad Nacional literalmente se están cayendo y es donde se encuentran realizando investigaciones muy fuertes y no hay financiación.
“El Instituto de Ciencias Naturales biológicas tiene unas grietas gigantes, se les entra el agua todo el tiempo y se está cayendo y entre chiste y chiste, el sitio donde yo realicé la investigación, el laboratorio también estaba en riesgo”, denunció.
Y un poco más reflexivo, no desestimó la posibilidad de irse, de salir y buscar en otros países el apoyo que no encuentra en Colombia.
“Mis padres, siempre nos han enseñado que es muy bueno que salgamos, que es bueno para nosotros, para la ciudad, para el país, para la región; he tenido interés de salir, de estudiar algún posgrado por fuera, de realizar investigaciones por fuera del país, en estos momentos, estoy revisando requisitos para temas de becas, qué sitios son mejores, qué sitios son más interesantes”.
Dentro de las posibilidades están por sugerencias de su papá y de su mamá que le envían opciones para aplicar a becas en el exterior, analiza irse a Singapur; “Hungría es un interés en Europa; Estados Unidos; México que está siendo potencia en ciencia. Me parecería muy interesante, pero me inclino más por un país que de habla inglesa o de algún otro lenguaje para poder aprender otro idioma al menos tener tres idiomas”.
Finalmente, Santiago Saavedra espera retribuirle al Huila lo que le ha dado, no sabe si directamente con el trabajo de investigación que continuará haciendo o de otra manera.
“En el Huila se pueden realizar otros proyectos, siempre estaré interesado en desarrollar proyectos de beneficio y desarrollo para la región, siempre dar lo mejor para que haya desarrollo en la región, a veces es muy triste llegar y que hayan cosas, con las que uno no está de acuerdo o no se siente bien. Siempre apoyar, tratar de aportar”
“Quiero recomendarles un libro que se llama “Crear o Morir” de Andrés Oppenheimer que yo creo que es uno de los libros que generó este interés en mí por la ciencia, por la investigación, fue una recomendación de mi papá”, es el mensaje final de este joven investigadores para los lectores y seguidores de LA NACIÓN.